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...Sin duda la colección de bibliofilia que tuvo más importancia, tanto para el grabado como para la cultura española, fue la colección titulada La Rosa Vera, fundada por el coleccionista | ...Sin duda la colección de bibliofilia que tuvo más importancia, tanto para el grabado como para la cultura española, fue la colección titulada La Rosa Vera, fundada por el coleccionista Víctor Maria d´Imbert y el grabador Jaume Pla. Las dos finalidades confesadas por sus protagonistas fueron propiciar un acercamiento de los artistas a las técnicas del grabado y promocionar el coleccionismo. Jaume Pla escribe un manual de grabado muy utilizado por los grabadores del momento actuales. Las Ediciones de La Rosa Vera tuvieron una significación no solo por la cantidad y calidad de la obra gráfica que crearon y el numero de artistas que se involucraron en su aventura, sino también por el intento de cambiar un tanto el proceso hasta entonces establecido con la obra grabada y su repercusión en el mercado. Su planteamiento iba más allá de los limites de la bibliofilia, siempre restringidos, tratando de desvelar el interés de unos potenciales coleccionistas de grabados. Para servir a la estampa pura se pensó en una nueva fórmula de presentación al publico: el protagonismo lo conservaría la estampa a la que luego se añadiría un texto. Era éste el que ilustraba el grabado invirtiendo el proceso habitual. O sea, el grabado pensado y ejecutado libremente por el artista inspiraba el comentario poético o literario. | ||
" | "Había que servir la estampa pura. Para ello se buscó una nueva fórmula de presentación al publico: el protagonismo lo conservaría la estampa a la que, posteriormente, se añadiría un texto. Era éste el que ilustraba el grabado invirtiendo el proceso habitual. O sea, el grabado pensado y ejecutado libremente por el artista inspiraba el comentario poético o literario. Además, la venta era unitaria, por cada obra, lo que rebajaba su precio, poniéndose al alcance de un mayor número de interesados. Estas intenciones se concentraban en el escrito e introducción al catalogo de la muestra de los primeros veinticuatro grabados que constituían el volumen I de la colección". | ||
En un principio, en la Collecció de Gravats Contemporanis solo intervinieron autores catalanes y es, a través de sus dos volúmenes, la mejor antología del grabado | En un principio, en la Collecció de Gravats Contemporanis solo intervinieron autores catalanes y es, a través de sus dos volúmenes, la mejor antología del grabado catalán de su época. Muchos de los artistas ejecutaron su primera plancha y realizaron más tarde, por su cuenta, una interesante labor en relación con el grabado. La primera colección de veinticuatro grabados, con portada y prologo de Jaume Pla, se estampó entre 1949 y 1950, y la segunda, también con veinticuatro estampas con texto introductorio de J. Ainaud, entre 1950 y 1951. A ellas siguieron series de doce grabados agrupados por temas monográficos: Dotze nus (1953), con prologo de J. V. Foix; Dotze paisatges urbans de Barcelona (1954), con prologo de Ferrán Soldevila; Els mesos de l´any (1955), con prólogo de Juan Vinyoli, y Dotze natures mortes (1956) | ||
El éxito fue tan notable que, en la | El éxito fue tan notable que, en la colaboración con Juana Mordó, se inicio una colección madrileña similar, titulada Los Artistas Grabadores que lanzó otras dos series de veinticuatro estampas con sus respectivos textos y en la que colaboraron algunos de los mas interesantes pintores y grabadores del momento. | ||
El primer volumen, con prologo de Pedro | El primer volumen, con prologo de Pedro Laín Entralgo y viñeta de Jaume Pla, incluyó estampas de Daniel Vázquez Diaz, Benjamín Palencia, Carlos Ferreira, Eduardo Vicente, José Mompou, José Caballero, Pancho Cossio, Rafael Pena, Rafael Benet, Cristno Mallo, Angel Ferran, Pedro Bueno, Benjamín Mustieles, Carlos Pascual de Lara, Rafael Zabaleta, José Granyer, Álvaro Delgado, Jaume Pla, Mampaso, Jean Lecoultre, Agustín Redondela, Pedro Mozos, Francisco Serra, Francisco Arias, fue estampado entre 1955-1956. | ||
El segundo se terminó en 1957, con prólogo de Camilo José Cela y viñeta de Jame Pla, interviniendo entre otros, Ortega Muñoz, | El segundo se terminó en 1957, con prólogo de Camilo José Cela y viñeta de Jame Pla, interviniendo entre otros, Ortega Muñoz, José María de Labra, Francisco Mateos, Menchu gal, Carmen Arozena, Martin Sáez, Vaquero Turcios, Antonio Quirós, Juan Serra, [[Rafael Alvarez Ortega]], Roser Bru, Juan Guillermo, Gregorio Prieto, Arturo Peyrot, Alfonso Fraila, Dimitri Papagueorguiu... Es importante destacar que la mayoría de los artistas nombrados eran pintores que esporádicamente se dedicaban a la obra gráfica. Cuando surgia una iniciativa por parte del editor o algún artista, eran convocados para proponerles la realización de una o varias estampas para participar en la creación de un proyecto común, entonces era cuando muchos de ellos aprendían a grabar para la ocasión. En estos años, la figura del grabador únicamente como ilustrador con obra gráfica, era casi inexistente... | ||
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Revisión actual - 18:34 19 jun 2025
...Sin duda la colección de bibliofilia que tuvo más importancia, tanto para el grabado como para la cultura española, fue la colección titulada La Rosa Vera, fundada por el coleccionista Víctor Maria d´Imbert y el grabador Jaume Pla. Las dos finalidades confesadas por sus protagonistas fueron propiciar un acercamiento de los artistas a las técnicas del grabado y promocionar el coleccionismo. Jaume Pla escribe un manual de grabado muy utilizado por los grabadores del momento actuales. Las Ediciones de La Rosa Vera tuvieron una significación no solo por la cantidad y calidad de la obra gráfica que crearon y el numero de artistas que se involucraron en su aventura, sino también por el intento de cambiar un tanto el proceso hasta entonces establecido con la obra grabada y su repercusión en el mercado. Su planteamiento iba más allá de los limites de la bibliofilia, siempre restringidos, tratando de desvelar el interés de unos potenciales coleccionistas de grabados. Para servir a la estampa pura se pensó en una nueva fórmula de presentación al publico: el protagonismo lo conservaría la estampa a la que luego se añadiría un texto. Era éste el que ilustraba el grabado invirtiendo el proceso habitual. O sea, el grabado pensado y ejecutado libremente por el artista inspiraba el comentario poético o literario.
"Había que servir la estampa pura. Para ello se buscó una nueva fórmula de presentación al publico: el protagonismo lo conservaría la estampa a la que, posteriormente, se añadiría un texto. Era éste el que ilustraba el grabado invirtiendo el proceso habitual. O sea, el grabado pensado y ejecutado libremente por el artista inspiraba el comentario poético o literario. Además, la venta era unitaria, por cada obra, lo que rebajaba su precio, poniéndose al alcance de un mayor número de interesados. Estas intenciones se concentraban en el escrito e introducción al catalogo de la muestra de los primeros veinticuatro grabados que constituían el volumen I de la colección".
En un principio, en la Collecció de Gravats Contemporanis solo intervinieron autores catalanes y es, a través de sus dos volúmenes, la mejor antología del grabado catalán de su época. Muchos de los artistas ejecutaron su primera plancha y realizaron más tarde, por su cuenta, una interesante labor en relación con el grabado. La primera colección de veinticuatro grabados, con portada y prologo de Jaume Pla, se estampó entre 1949 y 1950, y la segunda, también con veinticuatro estampas con texto introductorio de J. Ainaud, entre 1950 y 1951. A ellas siguieron series de doce grabados agrupados por temas monográficos: Dotze nus (1953), con prologo de J. V. Foix; Dotze paisatges urbans de Barcelona (1954), con prologo de Ferrán Soldevila; Els mesos de l´any (1955), con prólogo de Juan Vinyoli, y Dotze natures mortes (1956)
El éxito fue tan notable que, en la colaboración con Juana Mordó, se inicio una colección madrileña similar, titulada Los Artistas Grabadores que lanzó otras dos series de veinticuatro estampas con sus respectivos textos y en la que colaboraron algunos de los mas interesantes pintores y grabadores del momento.
El primer volumen, con prologo de Pedro Laín Entralgo y viñeta de Jaume Pla, incluyó estampas de Daniel Vázquez Diaz, Benjamín Palencia, Carlos Ferreira, Eduardo Vicente, José Mompou, José Caballero, Pancho Cossio, Rafael Pena, Rafael Benet, Cristno Mallo, Angel Ferran, Pedro Bueno, Benjamín Mustieles, Carlos Pascual de Lara, Rafael Zabaleta, José Granyer, Álvaro Delgado, Jaume Pla, Mampaso, Jean Lecoultre, Agustín Redondela, Pedro Mozos, Francisco Serra, Francisco Arias, fue estampado entre 1955-1956.
El segundo se terminó en 1957, con prólogo de Camilo José Cela y viñeta de Jame Pla, interviniendo entre otros, Ortega Muñoz, José María de Labra, Francisco Mateos, Menchu gal, Carmen Arozena, Martin Sáez, Vaquero Turcios, Antonio Quirós, Juan Serra, Rafael Alvarez Ortega, Roser Bru, Juan Guillermo, Gregorio Prieto, Arturo Peyrot, Alfonso Fraila, Dimitri Papagueorguiu... Es importante destacar que la mayoría de los artistas nombrados eran pintores que esporádicamente se dedicaban a la obra gráfica. Cuando surgia una iniciativa por parte del editor o algún artista, eran convocados para proponerles la realización de una o varias estampas para participar en la creación de un proyecto común, entonces era cuando muchos de ellos aprendían a grabar para la ocasión. En estos años, la figura del grabador únicamente como ilustrador con obra gráfica, era casi inexistente...