El motín de Esquilache

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|title=Resonancias del Motín de Esquilache en Córdoba (1766) |title_mode=append |keywords=Motín de Esquilache, Córdoba, 1766, clamoreo, pesquisa reservada, Carlos III, Miguel Arredondo Carmona, Manuel Tablada, pasquines |description=Artículo sobre las consecuencias del Motín de Esquilache en Córdoba en 1766, que se manifestaron como un 'clamoreo' de pasquines y sátiras antigubernamentales, y la posterior 'pesquisa reservada' para identificar a los responsables eclesiásticos. }}

el Motín de Esquilache en Córdoba (1766) se refieren a la serie de sucesos y a la investigación posterior que tuvieron lugar en la ciudad como eco del levantamiento popular ocurrido en Madrid en marzo de 1766. A diferencia de la capital y otras provincias, en Córdoba no se produjo un "estallido" violento, sino una forma de protesta más sutil denominada "clamoreo", basada en la difusión de propaganda antigubernamental.

Contexto: El motín de 1763

La situación de descontento en Córdoba ya se había manifestado años antes. En 1763, la escasez de pan, provocada por el acaparamiento de grano por parte de especuladores e intendentes gubernamentales, hizo que el pueblo se lanzara tumultuosamente a la calle. Este precedente de malestar social por la carestía de los alimentos básicos fue un factor clave en el ambiente que se vivió tres años después.

El "clamoreo" de 1766

Tras el motín de Madrid, en Córdoba no estalló un tumulto callejero que tuviera que ser sofocado por la fuerza armada. En su lugar, se desarrolló un "clamoreo", consistente en la recepción y difusión de propaganda antigubernamental procedente de Madrid. Las sospechas recayeron sobre eclesiásticos y religiosos, quienes fueron acusados de ser los autores y fautores de esta agitación. Aunque los acusados negaron los cargos, la investigación oficial se centró en ellos.

La "pesquisa reservada"

La respuesta de la Corona fue iniciar una investigación secreta, conocida como la "pesquisa reservada". Esta se prolongó en Córdoba desde mediados de mayo hasta el 14 de octubre de 1766. El 13 de mayo de 1766, el ministro Roda ordenó al corregidor-intendente de Córdoba, Miguel Arredondo Carmona, que interrogara al padre dominico Manuel Tablada, lector de teología en el Colegio de San Pablo. La investigación había descubierto que Tablada había enviado a Madrid una docena de octavas reales tituladas "Gemidos de España", consideradas subversivas y atribuidas a un jesuita. Durante el interrogatorio, Manuel Tablada confesó haber recibido dichos versos de un cofrade en Madrid, el padre Francisco Payero, con el encargo de "poner remedio en Córdoba a tan gran escándalo", y que los había devuelto sin hacer copias ni comentarlos. También admitió haber recibido otros pasquines anónimos, que entregó al intendente. Uno de ellos representaba una mesa vacía con dos hombres y un trozo de carne inalcanzable, con la frase sediciosa: "Comamos. - No podemos, si no nos levantamos". Las pesquisas se extendieron a otros eclesiásticos, como un canónigo de la Catedral que declaró recordar hasta dieciocho tipos de "papeles, sátiras, pasquines, octavas y décimas" que se habían esparcido por la ciudad. Entre ellos, mencionó un pasquín titulado "Ideado sepulcro o Mausoleo de Esquilache en el monte de Trozos".

Conclusiones de la investigación

La Sala particular encargada del caso concluyó que, antes del motín de Madrid, ya se habían remitido a Córdoba papeles sediciosos que lo anunciaban. Concretamente, pasquines aparecidos en la capital los días 11, 13 y 15 de marzo fueron enviados y distribuidos en la ciudad, lo que demostraba la participación de Córdoba en la red de difusión de propaganda. Además, se intervinieron ejemplares de la bula pontificia Apostolicum pascendi, que defendía a la Compañía de Jesús. Estos ejemplares, impresos en Zaragoza, habían sido enviados a Córdoba, lo que reforzó la convicción del fiscal Campomanes de que los jesuitas y sus simpatizantes estaban detrás de las "alteraciones pasadas".

Referencias

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