Antonio de la Torre y del Cerro

Antonio de la Torre y del Cerro
Historiador, Archivero, Catedrático
Nacimiento:	22 de diciembre de 1878 Córdoba
Fallecimiento:	8 de noviembre de 1966 Madrid
Profesion:	Archivero, Catedrático universitario
Actividad:	Investigación histórica, docencia
Reconocimientos:	Gran Cruz de Alfonso X el Sabio Académico de número de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona Presidente del Patronato Nacional de Archivos Históricos
Destacado:	Especialista en el reinado de los Reyes Católicos, impulsor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la revista Hispania.

Antonio de la Torre y del Cerro (Córdoba, 22 de diciembre de 1878 - Madrid, 8 de noviembre de 1966) fue un destacado historiador, archivero y catedrático español, reconocido por sus investigaciones sobre el reinado de los Reyes Católicos y su labor en instituciones académicas y científicas.

Biografía

Nacido en Córdoba, era hermano de José de la Torre y del Cerro, también archivero, y de Ángel de la Torre y del Cerro. Realizó sus primeros estudios en el Instituto Técnico y General de su ciudad natal. Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde se matriculó como alumno libre en la Escuela Superior de Diplomática, obteniendo el título de Archivero, Bibliotecario y Arqueólogo el 15 de diciembre de 1897.

Ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos por oposición el 1 de junio de 1901, siendo su primer destino el Archivo del Reino de Valencia. En Valencia, también cursó estudios preparatorios de Derecho en la Universidad de Valencia durante el curso 1902-1903. El 26 de octubre de 1904 fue trasladado al Archivo Histórico Nacional en Madrid. En la capital, continuó su formación en la Universidad Central, donde obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras el 10 de octubre de 1907 y el doctorado el 23 de mayo de 1908.

Colección Ildelop. Antonio de la Torre. In Memoriam. 13 de noviembre de 1966 (Diario Córdoba)

En 1911, accedió por oposición a la cátedra de Historia de España de la Universidad de Valencia. Por Real Orden de 13 de marzo de 1914, fue pensionado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas con destino en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, a la que llegó el 16 de abril de 1914. Allí investigó en los archivos vaticanos sobre las relaciones entre España e Italia durante el reinado de los Reyes Católicos, especialmente en el pontificado de Sixto IV. El estallido de la Primera Guerra Mundial le obligó a regresar a España ese mismo verano.

En 1918, permutó su cátedra por la de la Universidad de Barcelona, donde desarrolló una intensa labor docente e investigadora, llegando a ser maestro de figuras como Jaime Vicens Vives. Ocupó el cargo de Secretario de la Facultad de Filosofía y Letras durante el decanato de Antonio Rubió y Lluch (1927-1931) y fue Vicerrector de dicha universidad. También trabajó asiduamente en el Archivo de la Corona de Aragón. En 1937, fue separado de su cátedra por el gobierno de la Generalitat y, tras la Guerra Civil, fue depurado sin sanción por el gobierno franquista el 1 de diciembre de 1939. Durante este periodo, tuvo una destacada actuación al evitar el traslado de importantes materiales del Seminario de Prehistoria de la Universidad de Barcelona a Madrid.

En 1940, se trasladó a la Universidad Central de Madrid, donde ocupó la cátedra de Historia Medieval de España, vacante tras la expulsión de Claudio Sánchez-Albornoz, hasta su jubilación en 1948. Fue un impulsor fundamental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), siendo Vicedirector del Instituto Jerónimo Zurita (1940-1949), primer director de la Escuela de Estudios Medievales (1943) y Consejero del Patronato Menéndez Pelayo. Desempeñó un papel crucial en la creación y dirección de la revista Hispania.

Su labor investigadora se centró fundamentalmente en el reinado de los Reyes Católicos, sobre el que publicó numerosos trabajos y ediciones de documentos, convirtiéndose en uno de los mayores especialistas en la materia. Fue también un destacado promotor del proceso de beatificación de la Reina Isabel la Católica.

A pesar de desarrollar su carrera profesional fuera de su ciudad natal, mantuvo su vinculación con Córdoba, a la que regresaba en periodos vacacionales. Publicó trabajos en el Boletín de la Real Academia de Córdoba y mostró un especial interés por el yacimiento de Medina Azahara, influyendo decisivamente en el nombramiento de Félix Hernández como director de sus excavaciones en 1923.

Estuvo casado con Engracia Alsina Prat, quien colaboró con él en algunos de sus trabajos científicos. Falleció en Madrid el 8 de noviembre de 1966.

Obras principales

La Universidad de Alcalá. Datos para su estudio (1910).

"Los Reyes Católicos y Granada", Hispania. Revista Española de Historia, Tomo IV, n.° XVI, 1944, pp. 339-382.

Los Reyes Católicos y Granada. La conquista del Reino de Granada a la luz de nuevos documentos, Madrid, Instituto Jerónimo Zurita, CSIC, 1946.

Documentos sobre relaciones internacionales de los Reyes Católicos (6 vols.), Barcelona, CSIC, Patronato Marcelino Menéndez Pelayo, 1949-1966.

Cuentas de Gonzalo de Baeza, tesorero de Isabel la Católica (2 vols.), Madrid, CSIC, 1955-1956 (en colaboración con Engracia Alsina y Prat de la Torre).

Documentos referentes a las relaciones con Portugal durante el reinado de los Reyes Católicos (3 vols.), 1958 (en colaboración con Luis Suárez Fernández).

Testamentaría de Isabel la Católica, Barcelona, Vda. de F. Rodríguez Ferrán, 1974 (en colaboración con Engracia Alsina y Prat de la Torre).

Reconocimientos

Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.

Académico de número de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona.

Presidente del Patronato Nacional de Archivos Históricos.