Paco Durán

Francisco de Paula Durán Díaz es un cronista taurino conocido como Paco Durán. Nació en 1959 en la plaza de las Tazas, en la zona de Regina del barrio cordobés de la Magdalena

Llevó durante algunos años los comentarios taurinos de corridas y programas en Procono TV, Onda Cero radio y prácticamente todas las televisiones locales de las provincias de Córdoba, Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada donde retransmitía semanalmente corridas y novilladas en diferido que él mismo grababa y locutaba. Fue el fundador de Canal Córdoba TV y escribió en varias revista especializadas, tanto locales como en las de ámbito nacional como 6TOROS6. También publicó numerosos artículos en publicaciones mexicanas, colombianas y venezolanas.Tiene abierto un blog literario en Internet: La voz del Guadalquivir

Textos de Paco Durán

El Guadalquivir es un río de aguas tranquilas, que recorre el verde y blanco paisaje de Andalucía. Es la vena yugular de unas gentes que desde siempre gritan sus verdades, sus justicias, sus aromas… Riega el corazón y las entrañas de un pueblo bravo y noble que pregona lo que siente. Que grita al mundo sus tragedias y sus triunfos; que muestra orgulloso sus delirios, sus sueños y sus anhelos. El Guadalquivir, río grande que pregonara el Califa, mientras regaba los cerezos y los almendros de amor, en un cielo de sol iluminado por el rayo fulgurante que mana bajo los dos solsticios de tu frente aceituna. Rivera del caminante; cuna de un Arcángel que orgulloso custodia la ciudad de los Califas y su río… siempre su río, ceñido por el puente que cruza desde la Verdad hasta el Triunfo.

He aquí algunos versos de Paco Durán:

Arráncame la vida de una vez,

No le des tregua a mi agonía;

Que el sudor de mis manos no llegue a secarse.

Que mi garganta no sienta de nuevo la saliva.

Que el azul del mar de mi ojos

cese en sus tempestad dolorida.

Dame un certero tiro de gracia,

que termine con mi soledad dormida

en sueños de primavera.

Que acabe con la esperanza

de verte a mi lado un día.

Que fulmine mi mirar en tu mirada quieta.

Atraviesa mi pecho con tu daga,

Que acabe mi amor para siempre.

Desgarra la yugular de mi cuello,

Que brote y mane tu sangre y mi sangre:

que es la misma sangre.

Dame muerte.