El Convento de la Encarnación Agustina se levantó sobre unas casas de la collación de San Pedro, próximas a la calle a la que actualmente da nombre, calle Encarnación Agustina. Su origen estuvo en un beaterio de mujeres arrepentidas, creado a mediados del siglo XVI. En 1636 se convirtió en convento adoptando la Regla de San Agustín. Mal mirado por su origen, su calle pasaría a denominarse de las Arrecogidas.
Historia
En Córdoba ya existía desde tiempo atrás el Convento de la Encarnación, ubicado en la calle Encarnación, próximo a la Mezquita-Catedral, regido por monjas circercienses.
El convento de la Encarnación Agustina fue inicialmente fundado por uno de los discípulos de San Juan de Ávila, concretamente el Venerable Juan Sánchez. Éste tuvo como meta la creación de una casa beaterio donde pudieran albergarse las mujeres de vida licenciosa, tal y como se cuenta en Paseos por Córdoba. El título que se le dio a la casa fue el de Santa María Egipciaca. En 1636 el nombre del convento pasa a ser de Encarnación Agustina, para diferenciarlo del otro y por ser un convento regentado por la Orden de San Agustín.
En 1804 y debido a la escasez de monjas, se dispuso su consolidación con el Convento de Santa María de las Nieves. Poco después y tras la desamortización, la Junta de Beneficencia Local solicitó al Gobierno la permuta de este inmueble por el Convento de la Merced.
Posteriormente en el mismo edificio donde se encontraba el convento, se estableció la Escuela Especial de Veterinaria, por orden del 19 de agosto de 1847,y un cuartel de la Guardia Civil