
Aunque sus comienzos musicales fueron con el cante y la guitarra flamenca, enseguida se decantó por la canción de autor. En 1975 formó dúo con Miguel Pino, desarrollando ambos una importante actividad cultural y de fuerte compromiso con el movimiento obrero en la clandestinidad.
Sus canciones perduran en la memoria de trabajadores y estudiantes de aquellos años, muchos de los cuales se implicaron en los movimientos sociales de la época a partir de aquellos recitales semiclandestinos, suspendidos en muchas ocasiones por la intervención de la policía del régimen.
Paco Expósito y Miguel Pino, junto con los también cantautores Paco Santiago y Rafi Román y el cantaor flamenco Antonio Muñoz El Toto son figuras emblemáticas para quienes lucharon contra la dictadura sin más armas que la voz y la palabra.
Aunque retirado de la actividad musical, accedió a participar en el homenaje a Victor Jara y Pablo Neruda en 1994, organizado por el Ateneo de la ciudad.
El contenido de este artículo incorpora material del Ateneo de Córdoba, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.