La relación entre Córdoba y el toreo es uno de los pilares fundamentales para comprender la evolución de la tauromaquia moderna. Según expertos como Domingo Delgado de la Cámara, el toreo moderno es una creación eminentemente andaluza, donde Córdoba y Sevilla han funcionado como los principales laboratorios de experimentación gracias a la presencia del toro de lidia en sus dehesas.
Evolución Histórica
El siglo XIX y los primeros Califas
La entrada de Córdoba en el primer plano taurino se consolida con la figura de Rafael Molina "Lagartijo", el primer gran califa. Lagartijo cerró el debate entre la eficacia del dominio (escuela rondeña) y la brillantez artística (escuela sevillana), demostrando que ambas dimensiones eran asimilables. Fue considerado el "Cíclope del siglo XIX" por su elegancia y capacidad técnica.
Tras él, Rafael Guerra "Guerrita" impuso un mando absoluto en la fiesta. Guerrita fue un precursor que empezó a bajar la mano para someter la embestida y seleccionó ganaderías andaluzas de sangre vistahermosa, intuyendo que ese sería el toro del futuro.
La Edad de Oro y la Transición
En las primeras décadas del Siglo XX, Córdoba estuvo representada por Rafael González "Machaquito", quien mantuvo la dignidad de la plaza cordobesa en una época de gran dureza ganadera y social. Aunque la edad de oro estuvo marcada por la rivalidad entre Joselito y Belmonte, la técnica de este periodo fue posteriormente sintetizada por toreros como Chicuelo, quien preparó el terreno para la siguiente revolución cordobesa.
Manolete y la Modernidad
Manuel Rodríguez "Manolete" es considerado el primer torero moderno en sentido estricto. Su aportación consistió en cristalizar la quietud y la ligazón en redondo, imponiendo un canon que sigue vigente hoy día. Bajo la gestión de José Flores "Cámara", la carrera de Manolete se profesionalizó al nivel de las grandes estrellas del espectáculo, asegurando triunfos constantes mediante una técnica depurada y un valor sobrehumano.
La Culminación con El Cordobés
La era del toreo moderno se cierra con Manuel Benítez "El Cordobés", quien llevó el magnetismo de la quietud al paroxismo. A pesar de las críticas por su estética heterodoxa, Benítez invadió todos los terrenos del toro, realizando series de muletazos de una longitud nunca vista anteriormente, cerrando así el ciclo de evolución que comenzó a principios de siglo.
Los Cinco Califas del Toreo
La ciudad de Córdoba reconoce históricamente a cinco figuras máximas bajo el título de "Califas del Toreo":
- Rafael Molina Sánchez "Lagartijo"
- Rafael Guerra Bejarano "Guerrita"
- Rafael González Madrid "Machaquito"
- Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete"
- Manuel Benítez Pérez "El Cordobés"
Referencias
Multimedia
- ↑ Plataforma Cultura Córdoba, Córdoba en el hilo callado del toreo - Los Patios del Taurino, http://www.youtube.com/watch?v=ZNMcukKTJDo