La Puerta de Martos estuvo situada en el lienzo meridional de la muralla de la Axerquía y existía ya desde época musulmana. Se llamó así desde la conquista de Córdoba por Fernando III al ser las milicias del concejo de Martos, encabezadas por Álvar Pérez de Castro, las que entraron primero por ella.
Esta puerta estuvo situada en un rincón de la muralla, frente al molino de su mismo nombre, por lo que seria una puerta de bastante tráfico. Dañada por el terremoto de 1755, así como afectada por la riada de 1783 --cuando hubo que clausurarla--, la puerta fue demolida posteriormente.