Monje nacido en Córdoba, estuvo en el monasterio de Peña Melaria desde el que hacía pública su fe.
Por hacer públicas sus confesiones se le condenó a muerte, siendo degollado y arrojado al Guadalquivir el día 30 de abril del 855, día en el que la Iglesia lo conmemora.
Días más tarde su cuerpo fue recogido por los fieles y enterrado en el mismo monasterio que empezó.