Francisco Fernández de Córdoba y Rojas, I conde de Casapalma ( - 1648) fue un noble andaluz.
Casado con Mariana Francisca Fernández de Córdoba y Riederer, hija del I marqués de Guadalcázar, fueron padres de José Diego Fernández de Córdoba y Rojas Portocarrero.
El conde murió en 1648 y la condesa consorte murió en 1660. Con su muerte se inició un pleito de tenuta que levantaron varios parientes que no se resolvería hasta 1665.