El cuadro Conchita Torres es un óleo de Julio Romero de Torres. Datado hacia 1922, el cuadro tiene pequeñas dimensiones. La protagonista, una joven ataviada de ricas ropas y semidesnuda, apoya sus largos brazos sobre sus rodillas, sentada en el alféizar de un ventanal. La modelo, de pelo y ojos negros, mira al espectador con una mirada sombría. Por encima de sus brazos y sus piernas alargadas, el cuadro se completa con un fondo de la ciudad mágica a la caída de la tarde. Entre ambos espacios, un grupo de amigos mira a la joven y al espectador. Predomina el color morado del vestido y el color oro de sus finos zapatos y del pecho. La piel morena de los brazos de la joven se hace más tenue bajo unas medias de seda.
Destaca en la composición el fuerte cuello de la modelo, y la armónica composición de las construcciones, un palacio renacentista a la derecha y una casa popular a la izquierda y en la gran plaza dos naranjos y dos bancos de ladrillo blanco.

Próximo en el tiempo el óleo titulado La buenaventura, en el que Romero de Torres plasma el mismo espacio soñado.
