Taberna San Zoilo
Esta taberna escondida en las callejuelas del barrio de San Miguel fue todo un referente por su clientela bohemia de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Era de grato recuerdo su mozo Rafaelito, persona aflable y buen conocedor de su trabajo.
Recuerdos de la taberna [1]
- Esta taberna fundada por el señor Alfaya, en los principios de la década de los años veinte, tenía el mostrador o despacho con la entrada por la calle San Zoilo, y un postiguillo con su piquera para los discretos, con una campanita para llamar al mozo; el postiguillo tenía la entrada por al calle del Silencio, frente a la Ermita de San Antonio.
- Era muy frecuentada por céntrica, por la calidad y baratura de sus vinos, pues este señor poseía bodega propia.
- Al morir el señor Alfaya, que era de origen gallego, pasó a su señora la propiedad y se encargó del negocio su yerno Francisco Ruiz, que puso al frente, de mozo, por el año 48, a Rafael Sánchez de la Haba, que empezó a darle nuevo ambiente y prosperidad al negocio por simpatía, agrado y conocimientos de la nueva clientela que empezaba a iniciarse en las taberanas cordobesas, en las que antes no había más apreritivos que las aceitunas de ajo, alcaparrones, pimientos y cebollas con pepinillos en vinagre.
- Allí acudía la aristocracia de la bohemia culta y de solera cordobesa, presidida por el genial e inolvidable José Fragero Pozuelo "El caballero de las estrellas" donde formaban su tertulia y organizaban sus ágapes..
- Regaban su euforia con vasos de buen vino y las doradas tortillas de patatas y cebolla que les preparaba Rafaelito, todo esto entre anécdotas curiosas y versos lorquianos.."
- En aquel patio de frescura natural y perfumado de jazmín en verano y los abrigueros y confortables caurtos reservados en los inveranales días, con sus mesas camilla y sus encendidos braceros de orujo picón perfumados de alucema y romero.
- Por los años 60, aquello cambió a propiedad de la Hermandad Nacional de Alféreces Provisionales, para sede propia y aquello quedó en privado para dicha Heramandad..
- Rafaelito Sánchez, hombre luchador y emprendedor, se estableció por su cuenta en un local que alquiló en la calle Conde de Cárdenas, en el que aún continúa, al que instituló con el apetitoso nombre de Bar Bocadi.
- Allí acuden toda la juventud de Córdoba a satisfacer por módico precio su apetito toda la greis estudiantil de los institutos y academias colindantes.
- La vieja taberna de San Zoilo ya propiedad de la Hermandad, fue reformada y mejorada para su sede y privanza; el "postiguillo" desapareció y la campanilla pasó al desván de los recuerdos.
- La mayoría de los antiguos bohemios pobladores de los dorados tiempos han desaparecido, sólo queda el recuerdo.
Referencias
- ↑ "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba.22 de octubre de 1989