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La aceituna Hojiblanca es una de las variedades más emblemáticas de Andalucía y ocupa el segundo lugar en importancia dentro de la provincia de Córdoba. Su nombre hace referencia al color plateado del envés de sus hojas, que le da al olivo un aspecto brillante y distintivo, especialmente bajo la luz del sol.

Origen y distribución

La Hojiblanca tiene una fuerte presencia en la Campiña Sur y Subbética cordobesa, extendiéndose también por las provincias de Málaga y Sevilla. Históricamente, se ha cultivado en terrenos donde otras variedades no prosperaban con tanta facilidad, demostrando una gran rusticidad y adaptabilidad.

Características del árbol y del fruto

El árbol de Hojiblanca es robusto, de crecimiento medio y buen desarrollo en su sistema radicular, lo que le permite aprovechar bien la humedad del suelo. Es moderadamente resistente a la sequía y al frío, y su productividad es alternante, con años de alta producción seguidos de otros menos productivos.

El fruto es de tamaño medio-grande, de forma elíptica y simétrica, con una relación pulpa/hueso muy favorable para su uso como aceituna de mesa. Presenta una buena resistencia al desprendimiento, lo que complica su recolección mecanizada.

Usos dobles: mesa y molino

Una de las grandes ventajas de la Hojiblanca es su doble aptitud: puede destinarse tanto a la elaboración de aceite como al consumo directo en mesa. En su versión de mesa, suele presentarse como aceituna negra natural, obtenida por oxidación, o como aceituna verde partida, muy apreciada por su sabor firme y ligeramente amargo.

Perfil del aceite

El aceite de Hojiblanca se caracteriza por su sabor frutado medio, con notas herbáceas, de manzana, alcachofa y almendra. En boca presenta un equilibrio agradable entre dulce, amargo y picante. Tiene una estabilidad media a la oxidación, por lo que se recomienda su consumo en crudo o en cocciones suaves.

Presencia en la cultura local

En Córdoba, la Hojiblanca se integra en la vida rural no solo como cultivo, sino como elemento paisajístico. Es común verla en explotaciones tradicionales y en fincas de olivar mixto, donde convive con otras variedades autóctonas. También participa en muchas denominaciones de origen de la provincia, especialmente la DOP Priego de Córdoba y la DOP Baena.

Valor económico y ambiental

La Hojiblanca aporta un gran valor al sector olivarero cordobés gracias a su versatilidad. Además, su cultivo contribuye al mantenimiento de los ecosistemas agrarios tradicionales, siendo compatible con modelos de agricultura ecológica y sostenible.