La aceituna Nevadillo Negro es una variedad autóctona del sur de la provincia de Córdoba, especialmente presente en la comarca de la Subbética. Tradicionalmente cultivada en zonas de sierra, esta variedad ha sido parte del paisaje agrícola y cultural de la región, aunque hoy día es menos común en los catálogos comerciales.
Origen y tradición
El Nevadillo Negro ha sido cultivado desde tiempos antiguos por pequeños productores de la sierra cordobesa. Su resistencia al frío y su adaptación a terrenos de difícil acceso han hecho que perdure en fincas familiares y explotaciones de olivar tradicional. Aunque su cultivo ha disminuido con la llegada de variedades más productivas, sigue siendo muy valorado por su calidad y singularidad.
Características del olivo y del fruto
El árbol es rústico, de porte abierto y crecimiento medio, con buena adaptación a suelos calizos y pendientes. Soporta bien condiciones climáticas adversas y es especialmente resistente al frío.
El fruto es pequeño, de forma ligeramente alargada, con una piel de color oscuro en su madurez. Su rendimiento graso es moderado, pero destaca por la calidad sensorial del aceite que se obtiene de él.
Perfil del aceite
El aceite virgen extra de Nevadillo Negro es de gran calidad, con un sabor intenso y frutado, acompañado de notas verdes, a veces con recuerdos de almendra, higuera y hoja de olivo. Tiene un amargor medio y un picor característico, lo que lo convierte en un aceite muy apreciado por catadores y amantes del aceite virgen extra tradicional.
Su estabilidad es media-alta, lo que permite su conservación sin que pierda propiedades durante meses. Es excelente tanto en crudo como para cocina tradicional.
Cultivo y conservación
Aunque su presencia comercial es reducida, el Nevadillo Negro sigue formando parte del patrimonio agrícola de Córdoba. Se encuentra en explotaciones de olivar tradicional, muchas veces en combinación con otras variedades locales. Algunas almazaras locales lo identifican como un elemento diferenciador y han comenzado a recuperar su cultivo como aceite monovarietal de alta gama.
Perspectivas de futuro
La recuperación del Nevadillo Negro pasa por su valorización dentro de los aceites de autor, el oleoturismo y la agricultura ecológica. Dada su vinculación al territorio y su singularidad, tiene un gran potencial como variedad de nicho dentro del mercado gourmet.