Basílica de San Vicente Mártir

La supuesta basílica de San Vicente en Córdoba es el nombre con el que se conoce a un presunto edificio religioso cristiano que, según diversas tradiciones y teorías historiográficas, habría existido en el solar de la actual Mezquita-Catedral de Córdoba antes de la construcción de esta última. La existencia y naturaleza de esta basílica han sido objeto de un prolongado debate histórico y arqueológico, analizado en detalle por el investigador Fernando Arce-Sainz.

Origen del mito e interpretaciones historiográficas

El punto de partida de la controversia sobre la basílica de San Vicente se encuentra en testimonios literarios, principalmente de fuentes árabes. Tradicionalmente, se ha admitido que en el solar de la Mezquita-Catedral de Córdoba existieron establecimientos religiosos cristianos que fueron demolidos para dar paso al oratorio musulmán impulsado por los omeyas.

Una tradición, recogida por compiladores como Ibn 'Idari (siglo XIII) y al-Maqqari (siglo XVII), sostiene que las tropas musulmanas, al conquistar Córdoba, derribaron todas las iglesias de la ciudad excepto una, localizada intramuros y denominada Sant B.n.y.n.t., interpretada como una arabización del nombre Vicente. Este templo habría sido obligado a acoger el culto islámico, repartiéndose el espacio. Años después, Abd al-Rahman I habría negociado la compra de la parte cristiana para construir la mezquita aljama, compensando a los cristianos y permitiéndoles reedificar las iglesias demolidas previamente. Susana Calvo opina que Ibn 'Idari construyó este escenario basándose en tradiciones literarias relativas a Damasco.

Otras fuentes documentales, como los Ajbar Maymu‘a, mencionan que durante enfrentamientos en el año 748, varias personas fueron ejecutadas «en una iglesia que estaba en el interior de la Medina de Córdoba –y hoy es emplazamiento de su Mezquita Aljama–». Manuel Ocaña argumentó que, si esta iglesia estaba bajo la mezquita, debía ser la basílica de San Vicente, pero que la matanza no pudo ocurrir en un espacio compartido con musulmanes. Ocaña también propuso, basándose en otra fuente, la existencia de un cenobio dedicado a San Vicente, cuya iglesia fue tomada por los musulmanes, permitiendo que el culto cristiano continuara en otro lugar del complejo monástico.

La obra anónima Dikr bilad al-Andalus (mediados del siglo XIV - comienzos del XV) relata que en el año 169 H. (785-786) el imán Abd al-Rahman I compró a los cristianos dimmíes el solar de la aljama de Córdoba, donde se alzaba una iglesia cristiana, pagando cien mil dinares y añadiéndolo al patio de la mezquita.

Investigaciones arqueológicas

Excavaciones de Félix Hernández (años 30)

Entre 1930 y 1936 se realizaron exploraciones arqueológicas en la Mezquita-Catedral de Córdoba bajo la dirección del arquitecto Félix Hernández Giménez. Uno de los objetivos era encontrar los restos de la iglesia que se creía amortizada por la primera mezquita de Abd al-Rahman I. Sin embargo, los resultados no confirmaron la existencia de un edificio monumental. Félix Hernández, según testimonio de Ana María Vicent, quedó perplejo, ya que los restos encontrados (muros en dirección este-oeste) sugerían una nave central de anchura ridícula y carecían de vestigios de cabecera o elementos característicos de un edificio litúrgico paleocristiano o visigodo. Manuel Gómez-Moreno, impulsor de las excavaciones, tampoco encontró nada que correspondiera a la supuesta iglesia, describiendo mosaicos romanos, cimientos de casas y, en el patio, ruinas de otro edificio romano tardío.

Interpretaciones posteriores y nuevas excavaciones (años 90 en adelante)

A pesar de los resultados de Hernández, investigadores como Manuel Ocaña y Samuel de los Santos Gener intentaron mantener la hipótesis de la basílica. Ocaña interpretó un nicho como un mihrab y Santos Gener vio una iglesia con ábsides en el patio, propuesta rechazada por Hernández. Se encontraron objetos cristianos (una placa nicho, una pila y un fragmento de sarcófago), pero Luis Caballero cuestiona si pertenecían a edificios cristianos allí radicados o eran spolia.

En los años 90, Pedro Marfil dirigió nuevas excavaciones en el patio, identificando tres niveles superpuestos anteriores a la construcción de la mezquita. Marfil propuso una secuencia de actuaciones monumentales cristianas:

• Nivel inferior (opus vittatum mixtum): Parte de una iglesia martirial del siglo V o mediados del VI, asociada a ladrillos con crismón y la inscripción Ex of(ficina) Leonti. Arce-Sainz señala que los crismones no son prueba definitiva de un edificio de culto.
• Nivel intermedio (opus quadratum): Iglesia que amortizaría la anterior, datada en la segunda mitad del siglo VI. Marfil la relaciona con la llamada iglesia de Santa Catalina en el convento de Santa Clara. Esta identificación es cuestionada por María Ángeles Utrero y Luis Caballero.
• Nivel superior (zócalo de mampostería y tapial): Considerado por Marfil como escenario de una nueva acción constructiva religiosa del siglo VII.

Arce-Sainz argumenta en contra de la existencia de lugares de culto cristiano en estos niveles basándose en la orientación no canónica de los muros y la ausencia de enterramientos.

El debate sobre el complejo episcopal

En las últimas décadas, la discusión se ha centrado en la posible localización del complejo episcopal preislámico de Córdoba bajo la Mezquita-Catedral. El yacimiento de Cercadilla ha proporcionado restos de culto cristiano, pero su ubicación suburbana y los enterramientos de obispos (Lampadio, 549; Sansón) no son concluyentes para considerarlo la sede episcopal principal.

Revisando los datos de Hernández, J.M. Bermúdez propuso que las estructuras del patio no correspondían a una iglesia, sino a una episcopalis audientia, un edificio de recepción del obispo. Arce-Sainz señala que este edificio parece haber estado amortizado antes del siglo VIII. Isabel Sánchez-Ramos defiende la existencia de una iglesia bajo la sala hipóstila, reinterpretando dibujos de Hernández, pero Arce-Sainz considera, citando a Bermúdez, que las diferencias de cota hacen improbable su funcionamiento unitario. La ausencia de una necrópolis asociada es un argumento central de Arce-Sainz contra la existencia de un gran complejo episcopal en este lugar.

Conclusiones según Fernando Arce-Sainz

Fernando Arce-Sainz concluye que en las exploraciones arqueológicas realizadas hasta la fecha en la Mezquita-Catedral de Córdoba no han aparecido restos materiales que, sin discusión, puedan vincularse con iglesias preislámicas. Esta idea ya fue expresada por Félix Hernández Giménez y Manuel Gómez-Moreno, y más recientemente por Luis Caballero.

Considera que la idea de la basílica de San Vicente es una "obstinación historiográfica" heredera de un "mito histórico", y que los datos arqueológicos y comparativos desdicen la existencia de un complejo episcopal bajo la mezquita. Las diferentes tradiciones literarias deberían valorarse como construcciones de memoria. El registro arqueológico revela que fue necesario derribar espacios arquitectónicos preexistentes, pero su titularidad (cristiana o musulmana) o función (cultual o no) es indeterminable.