El sector energético en la provincia de Córdoba (2025)

El sector energético en la provincia de Córdoba se caracteriza por un marcado predominio de las energías renovables y la práctica desaparición de la generación eléctrica basada en combustibles fósiles convencionales. La provincia ha experimentado una profunda transformación en su mix energético, especialmente con el auge de la energía solar fotovoltaica y el cese de la actividad de centrales térmicas de carbón.

Capacidad instalada y mix de generación (2024)

La provincia de Córdoba presenta un perfil energético marcado por el peso creciente de las energías renovables y la desaparición casi total de la generación fósil convencional. A finales de 2024, Córdoba contaba con aproximadamente 1.040 MW de potencia eléctrica renovable instalada (un 7,2% de la capacidad renovable de Andalucía), distribuidos entre fuentes solar fotovoltaica, solar termoeléctrica, biomasa, biogás e hidráulica. En contraste, la provincia ya no dispone de centrales térmicas de carbón operativas (la última cerró en 2022) y carece de ciclos combinados de gas natural. La única generación no renovable significativa proviene de pequeños equipos de cogeneración en industrias (unos 52 MW).

En la siguiente tabla se resumen las principales fuentes de energía eléctrica en Córdoba, con el número de instalaciones y la potencia instalada estimada:

Principales fuentes de energía eléctrica en Córdoba (31/12/2024)

Tecnología	N.º de plantas	Potencia instalada
Solar fotovoltaica	>18.000 instalaciones (mayoritariamente autoconsumo) y varios parques	539,4 MW
Solar termoeléctrica (CSP)	6 centrales comerciales (3 en Palma del Río, 2 en El Carpio, 1 en Fuente Palmera)	299,8 MW
Eólica (viento)	0 parques eólicos en servicio	0 MW
Biomasa eléctrica	8 plantas de biomasa sólida	81,1 MW
Biogás (vertederos/EDAR)	2 aprovechamientos (aprox.)	3,1 MW
Hidroeléctrica	~14 centrales minihidráulicas	116,1 MW
Cogeneración (gas natural)	7 instalaciones industriales	52,3 MW

Fuente: Agencia Andaluza de la Energía (datos a 31/12/2024).

Del total de 1.039,5 MW renovables instalados, destacan la solar fotovoltaica (52% del total renovable cordobés), la termosolar (29%) y la hidráulica (11%); la biomasa representa cerca del 8% y el biogás un 0,3%. En cuanto a número de instalaciones, la gran mayoría corresponde a pequeñas plantas fotovoltaicas de autoconsumo: más de 18.000 sistemas solares en tejados o fincas particulares, sumando 179,3 MW conectados a red. Este auge del autoconsumo ha sido notable en los últimos años, apoyado por incentivos y simplificación administrativa (p.ej. la herramienta PUES de la Junta de Andalucía).

Por otro lado, Córdoba es líder andaluz en biomasa eléctrica, con 8 plantas (81,1 MW) que suponen ~30% de la potencia de biomasa de la región. Asimismo, alberga 6 centrales solares termoeléctricas (parques de concentradores cilindro-parabólicos), que con casi 300 MW representan el 30% de la capacidad termosolar de Andalucía. En cambio, la provincia no cuenta todavía con parques eólicos operativos, siendo la única de Andalucía en esta situación – consecuencia de un recurso eólico limitado y de restricciones ambientales históricas en las sierras del norte (áreas ZEPA para protección de aves).

En términos de mix eléctrico provincial, Córdoba ha pasado de depender en gran medida de una central térmica de carbón hasta 2020, a tener hoy un parque generador principalmente renovable. La última central de carbón, Puente Nuevo (ubicada en Espiel, 300 MW), cesó su actividad en 2021 y se cerró definitivamente en agosto de 2022. Desde entonces, prácticamente toda la potencia instalada en la provincia es de origen renovable o cogenerativo. La evolución temporal ha sido muy marcada por la expansión solar: la fotovoltaica pasó de apenas ~20 MW en 2015 a 539 MW en 2024, multiplicando por ~27 veces su presencia en menos de una década. Igualmente, la potencia hidroeléctrica creció de ~89 MW en 2018 a 116 MW en 2019 (gracias a rehabilitación de antiguos saltos y nuevos minihidráulicos). La biomasa y la termosolar se mantuvieron constantes en torno a 81 MW y 300 MW respectivamente durante la última década, consolidando a Córdoba como referente en estas tecnologías dentro de la comunidad.

Energía solar fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es actualmente la mayor fuente de capacidad instalada en Córdoba, con 539,4 MW en funcionamiento. Esta cifra incluye tanto grandes parques solares conectados a la red de transporte, como miles de pequeñas instalaciones de autoconsumo conectadas a la red de distribución. Según datos de la Junta de Andalucía, a finales de 2024 Córdoba contaba con más de 18.000 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo, sumando unos 179 MW (potencia que se ha multiplicado por más de 1,5 en solo dos años). Este boom del autoconsumo se refleja en que, para 2023, la provincia ya tenía alrededor de 16.200 instalaciones solares de autoconsumo registradas – principalmente en tejados de viviendas, explotaciones agropecuarias y pymes – gracias a la alta irradiación solar y a incentivos públicos.

En cuanto a los parques fotovoltaicos de gran escala, Córdoba ha comenzado a aprovechar su amplio territorio llano para proyectos solares. Hasta 2024, estaban en operación al menos cuatro plantas fotovoltaicas de >10 MW: por ejemplo, el parque “Palma del Río” de 49,8 MW en dicho municipio, la planta El Salobral (45,5 MW en Espejo), el parque Gamonarejo 36 (46,8 MW en Posadas) o “Solar Campiña Cordobesa II” (11,3 MW en Puente Genil). Estas instalaciones suman en torno a 150 MW, por lo que el resto de la potencia fotovoltaica cordobesa (casi 390 MW) corresponde a decenas de parques medianos y pequeños distribuidos por la provincia, además del autoconsumo mencionado. La explosión fotovoltaica es reciente: entre 2018 y 2021 entraron en servicio numerosos parques solares medianos (5–10 MW) acogidos al antiguo régimen retributivo o mediante acuerdos privados (PPAs). Esto permitió que la generación solar superase rápidamente a la hidráulica y la biomasa en la provincia.

Varias empresas líderes han invertido en fotovoltaica en Córdoba. Por ejemplo, Endesa (Enel Green Power) promueve la planta “Carbo” de 81,4 MW entre Almodóvar del Río, Fuente Palmera y Guadalcázar, que obtuvo autorización administrativa previa en 2023. Otra compañía internacional, BayWa r.e., desarrolló el parque solar “Almodóvar” (95 MW) cerca de la capital cordobesa; esta planta, con una producción estimada de 187 GWh/año, ha sido vendida al operador alemán Encavis AG y se espera conectarla a red en 2025. También destaca la inversión de Everwood Capital (fondo español) junto a Eiffage Energía: en 2025 iniciaron la construcción de dos grandes plantas en el municipio de Montemayor – el proyecto “Cabra” de 250 MWp y “Olivar” de 50 MWp – totalizando 300 MWp solares que entrarán en operación próximamente. Estas nuevas incorporaciones prácticamente duplicarán la potencia fotovoltaica de la provincia para 2025-2026.

En resumen, la solar fotovoltaica se ha convertido en motor de la transición energética cordobesa, impulsando una generación eléctrica limpia y distribuida. Se espera que continúe su crecimiento exponencial hasta 2030, apoyada tanto por grandes proyectos de suelo (varios cientos de MW en trámite) como por la extensión del autoconsumo en hogares, fincas de regadío e industrias locales.

Energía solar termoeléctrica (termosolar)

Córdoba es pionera en energía solar termoeléctrica (concentración solar CSP) gracias a seis centrales construidas durante el boom termosolar español de 2008-2013. Actualmente operan 6 plantas termosolares de tecnología de colectores cilindro-parabólicos (CCP) en la provincia, con una potencia conjunta de 299,8 MW. Estas instalaciones representan aproximadamente un tercio de toda la potencia termosolar de Andalucía, lo que sitúa a Córdoba como un referente nacional en este campo.

Las centrales están ubicadas en tres zonas: Palma del Río, donde se emplazan tres plantas de 50 MW cada una (incluyendo las denominadas Palma del Río I, Palma del Río II y la planta Soluz Guzmán); El Carpio, con dos centrales de 50 MW; y Fuente Palmera, con una planta de 50 MW con almacenamiento térmico en sales fundidas. Todas emplean tecnología CCP (espejos parabólicos calentando aceite térmico) para accionar turbinas de vapor. Dos de ellas incorporan sistemas de almacenamiento de energía que les permiten seguir produciendo electricidad unas horas tras la puesta de sol, mejorando la gestionabilidad.

Estas plantas termosolares fueron desarrolladas por consorcios entre empresas andaluzas (por ejemplo, la cordobesa Magtel participó en “La Africana” de Fuente Palmera) y compañías especializadas como TSK o Acciona. Desde su entrada en operación (2010-2013), han aportado energía renovable firme al sistema: en conjunto pueden generar del orden de 600 GWh al año, abasteciendo a más de 100.000 hogares. Además, su construcción supuso una importante inversión y creación de empleo local altamente cualificado.

En la última década no se han instalado nuevas plantas CSP en Córdoba ni en España (tras la moratoria a las primas renovables de 2012). Sin embargo, las existentes continúan operando y contribuyendo a la economía local. Su impacto ambiental es positivo al evitar emisiones (aprox. 0,4 millones de toneladas de CO₂ evitadas anualmente en Córdoba gracias a la termosolar), si bien requieren grandes superficies (cada planta ocupa ~200-250 ha de terreno) y consumen agua para refrigeración en circuito cerrado. Las centrales cordobesas aprovechan terrenos semiáridos y cuentan con medidas ambientales para minimizar su efecto en fauna (p. ej. vallados para proteger a la fauna cinegética de las zonas de espejos).

De cara al futuro 2030, no se prevén nuevas plantas termosolares en la provincia, dado que la estrategia energética actual se centra más en la fotovoltaica y eólica. No obstante, las plantas actuales prolongarán su vida útil mediante mejoras de rendimiento y podrían hibridarse con fotovoltaica o biomasa para aumentar su factor de capacidad. Córdoba mantiene así un parque termosolar estable de ~300 MW, que seguirá siendo un pilar de su mix renovable durante la próxima década.

Energía eólica

A pesar del gran desarrollo eólico en otras provincias andaluzas, Córdoba no tiene aún parques eólicos en funcionamiento. El recurso eólico en gran parte del territorio cordobés es relativamente escaso (velocidades de viento medias inferiores a 6 m/s en amplias zonas), y las áreas con mayor potencial (sierras del norte y oeste) coinciden con zonas ambientalmente sensibles. Históricamente, se planificaron varios proyectos eólicos: hacia 2009 se llegaron a presentar nueve parques eólicos para el norte de Córdoba (Fuentes de Ebro, Guadiato y Los Pedroches), de los cuales tres avanzaron en trámites – ubicados en Espiel, Fuente Obejuna/Belmez y Hinojosa del Duque/Alcaracejos – que en conjunto sumaban alrededor de 150 MW proyectados. Sin embargo, ninguno llegó a construirse, principalmente por dificultades para obtener permisos ambientales (debido a la ZEPA del Guadiato para la protección de aves esteparias) y por la competencia de emplazamientos eólicos más rentables en otras provincias.

El vacío eólico cordobés se refleja en la estadística: 0 MW instalados frente a los 3.668 MW eólicos de Andalucía. No obstante, existen planes a futuro que podrían introducir la eólica en la provincia. En el marco de la transición justa tras el cierre de Puente Nuevo, el Gobierno incluyó a la comarca del Guadiato como “nudo de transición justa” con 300 MW de acceso a red reservados para renovables, priorizando las de mayor beneficio socioeconómico local. Esto ha reactivado el interés: por ejemplo, se estudia el proyecto “Plectro de Espiel” que agruparía varios parques eólicos en esa zona (se menciona una posible construcción de ~350 MW eólicos vinculados al nodo de Puente Nuevo), aunque aún no hay autorizaciones definitivas. También empresas como Capital Energy han evaluado mediciones de viento en el norte cordobés.

En síntesis, Córdoba sigue sin energía eólica en 2024, pero técnicamente sería posible instalar parques de mediana potencia en sus sierras si se cumplen las exigencias ambientales. La Junta de Andalucía contempla en su Estrategia 2030 impulsar proyectos eólicos donde sea viable, por lo que no se descarta que antes de final de la década Córdoba estrene sus primeros aerogeneradores. De ocurrir, ello diversificaría aún más el mix renovable provincial, sumando producción nocturna y en días nublados que complemente a la solar.

Biomasa y biogás

La bioenergía ocupa un lugar destacado en Córdoba gracias a la fuerte industria oleícola de la provincia. Ocho plantas de biomasa eléctrica aprovechan residuos agrícolas (principalmente del olivar) para generar electricidad, sumando 81,14 MW instalados. Este parque de biomasa representa el 29,6% de toda la potencia eléctrica de biomasa en Andalucía, lo que subraya el liderazgo cordobés en este ámbito. Los combustibles empleados son sobre todo orujo y orujillo (el residuo pastoso y el hueso seco de la aceituna tras la extracción de aceite), así como hojas y podas de olivo. Gracias a ello, Córdoba y Andalucía han convertido un subproducto contaminante en una fuente energética valiosa: en lugar de acumularse o quemarse al aire libre, los restos del olivar se usan en calderas para producir vapor y generar electricidad. Este aprovechamiento evita emisiones de metano de los residuos en descomposición y previene quemas incontroladas, reduciendo riesgos ambientales en el medio rural.

Entre las empresas operadoras destacan Magnon Green Energy (filial de Ence), que gestiona la planta de Lucena (27 MW) – alimentada 100% con orujillo local – y la cooperativa Oleícola El Tejar, pionera en valorizar el hueso de aceituna para energía. Estas plantas de biomasa funcionan normalmente en régimen continuo (baseload), suministrando electricidad renovable estable. En 2021, las instalaciones de biomasa en Córdoba (junto con Huelva y Jaén) generaron más de 876 GWh en total, energía suficiente para unos 150.000 hogares. Además, la bioenergía crea empleo rural: se estima que cada MW de biomasa sostiene ~25 puestos de trabajo directos e indirectos en la cadena de suministro (recolección de residuos, operación de planta, transporte), por lo que los ~81 MW cordobeses implican más de 2.000 empleos asociados. Esto contribuye a fijar población en zonas agrarias y diversificar la economía local.

En cuanto al biogás, Córdoba cuenta con instalaciones modestas pero importantes. En el vertedero de residuos urbanos de Córdoba capital existe un sistema de captación de biogás que alimenta motores de generación eléctrica, sumando unos 3 MW de potencia. Asimismo, una depuradora de aguas residuales (EDAR) en la provincia aprovecha el gas de sus digestores en cogeneración para autoconsumo (aunque no vierte a red). En total se contabilizan 3,1 MW de biogás eléctrico en Córdoba. Si bien esta cifra es pequeña, estas instalaciones eliminan metano de alto potencial invernadero y producen energía útil. La Junta ha apoyado proyectos para ampliar la valorización de biogás en más vertederos y EDAR en el futuro.

La biomasa y el biogás son neutros en emisiones de CO₂ (el CO₂ emitido es el que las plantas previamente capturaron). Además, resuelven un problema de residuos: en Córdoba, toneladas de orujillo que antes se acumulaban y podían fermentar o contaminar, ahora se queman controladamente para generar electricidad. Esto evita su quema descontrolada o abandono. El balance ambiental es positivo siempre que la extracción de biomasa no exceda la regeneración del olivar y que las emisiones atmosféricas de las plantas (partículas, NOx) se mantengan dentro de norma mediante filtros. Las modernas plantas cordobesas cumplen con la normativa europea de emisiones industriales, utilizando sistemas de depuración de gases. En suma, la biomasa en Córdoba sustituye combustibles fósiles importados por combustible local renovable, aportando seguridad energética y reducción de huella de carbono, a la vez que dinamiza el entorno rural.

Energía hidroeléctrica

La energía hidroeléctrica en Córdoba, si bien más antigua, aporta una base relevante de potencia renovable: 116,1 MW repartidos en una quincena de centrales. La provincia aprovecha principalmente el cauce del río Guadalquivir y sus afluentes, donde existen varios embalses medianos. Muchas instalaciones son de tipo minihidráulico (potencia < 10 MW), incluyendo antiguos saltos rehabilitados.

Entre las centrales destacan: el Salto de El Carpio (en el Guadalquivir, cerca de la localidad de El Carpio), varias centrales en el Guadiato asociadas al embalse de Puente Nuevo y al de Sierra Boyera, la central del Bembézar (embalse homónimo en Hornachuelos) y aprovechamientos en el Genil (embalse de Iznájar, compartido con Málaga). Hasta 14 centrales estaban operativas en 2012 sumando ~86,6 MW; en la década pasada se pusieron en marcha algunos nuevos pequeños saltos (o modernizado turbinas en presas existentes) llevando la capacidad a 116 MW. Esto supone alrededor del 18% de la potencia hidroeléctrica andaluza, una contribución notable dado el clima relativamente seco de la región.

La producción hidroeléctrica anual es muy variable según la pluviometría. En años húmedos, las centrales cordobesas pueden generar del orden de 200–300 GWh, mientras que en años de sequía severa su aporte es mucho menor. Esta variabilidad y la prioridad de uso del agua para riego y abastecimiento limitan un mayor desarrollo hidro en Córdoba. No obstante, existe potencial remanente en presas no equipadas: estudios identifican que aún podrían instalarse turbinas en algunos embalses de derivación o canales de riego. La estrategia andaluza promueve aprovechar esas pequeñas oportunidades hidráulicas, aunque el margen absoluto es modesto comparado con solar o eólica.

Ambientalmente, la minihidráulica cordobesa tiene un impacto acotado al ubicarse en infraestructuras existentes (presas construidas hace décadas). Se han implementado medidas como escaparates para peces y caudales ecológicos para minimizar la alteración de ríos como el Guadalquivir. La hidroeléctrica es valiosa porque aporta regulación y almacenamiento: por ejemplo, algunos embalses pueden bombear agua y turbinarla según la demanda (aunque en Córdoba no hay plantas de bombeo puro; la más cercana es el sistema de Tajo de la Encantada en Málaga). Aun sin bombeo, la hidroeléctrica de Córdoba contribuye a cubrir picos de demanda y balancear la intermitencia solar diaria.

En síntesis, la hidroeléctrica cordobesa, si bien modesta en comparación con otras fuentes, completa el mix renovable provincial aportando energía limpia de forma gestionable. Mantener y optimizar estas centrales – muchas centenarias – es parte del plan energético hasta 2030, aunque no se esperan grandes ampliaciones por las limitaciones hídricas de la cuenca.

Generación convencional y cogeneración

Tras el cierre de la central de carbón de Puente Nuevo, Córdoba carece de centrales térmicas convencionales en servicio. No existen ciclos combinados de gas natural ni centrales fuel-oil en la provincia (los ciclos combinados más cercanos están en otras provincias andaluzas como Málaga o Cádiz). Esto implica que la provincia, en momentos de baja producción renovable, importa electricidad de la red nacional.

La Central Térmica de Puente Nuevo (ubicada en el término de Espiel) fue durante décadas el núcleo de la generación convencional cordobesa. Era una central de carbón de 324 MW puesta en marcha en los años 1970, que aprovechaba inicialmente carbón autóctono del Guadiato. En años recientes operaba con carbón de importación hasta que, por la normativa ambiental europea (Directiva 2010/75/UE), cesó definitivamente su actividad en 2021 y cerró en 2022. Su clausura eliminó prácticamente la generación con emisiones en Córdoba, marcando un hito en la transición ecológica provincial.

La cogeneración, por su parte, sigue presente en el tejido industrial cordobés. A finales de 2024 había 7 instalaciones de cogeneración operativas en la provincia (5 de ellas de tamaño >1 MW), sumando 52,3 MW de potencia. Todas ellas usan gas natural como combustible (principalmente en motores o turbinas de gas en fábricas), salvo algún pequeño equipo diésel de emergencia. Estas cogeneraciones suelen estar integradas en industrias alimentarias, químicas y oleícolas, aprovechando el calor residual para procesos productivos (cogeneración de alta eficiencia). Por ejemplo, hay cogeneraciones en fábricas de aceite y orujo (para aportar calor a secaderos y a la vez electricidad a la red), en industrias químicas de Córdoba capital, etc. La potencia media por planta es ~7,5 MW, siendo instalaciones relativamente modestas pero eficientes. Contribuyen a la seguridad de suministro local y a la eficiencia energética global, al producir electricidad y calor útil de forma simultánea.

Planes a futuro incluyen reemplazar paulatinamente el gas por gases renovables (biogás, hidrógeno verde) en estas industrias, lo que podría descarbonizar la cogeneración hacia 2030. En resumen, la generación convencional en Córdoba ha quedado reducida a la cogeneración industrial tras el cierre del carbón. Esto significa que el 97% de la potencia eléctrica provincial es renovable (1.039,5 MW de 1.091,8 MW totales, excluyendo bombeo), un dato muy significativo. Córdoba ha pasado de ser deficitaria en generación (importando más del 50% de la electricidad que consumía en 2010) a acercarse a la autosuficiencia en términos de energía anual gracias al despliegue renovable de los últimos años. La poca generación no renovable restante (cogeneración) sigue siendo útil por su gestionabilidad y apoyo a procesos industriales, aunque representa apenas el ~5% de la potencia instalada provincial.

Proyectos en marcha y previstos (2023-2030)

El empuje inversor en energías renovables en Córdoba es muy notable. Además de las plantas ya existentes, existen decenas de proyectos en construcción o tramitación que ampliarán la capacidad en los próximos años. Según la Junta de Andalucía, en 2023 habían obtenido Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable 58 nuevos proyectos renovables en Córdoba, que suman aproximadamente 1.249 MW de potencia adicional. A continuación se listan algunos proyectos destacados:

Parque de energía verde de EDP (Puente Nuevo, Espiel): Proyecto de reconversión de la antigua central de carbón en un complejo renovable multifuente. Incluye una planta solar fotovoltaica flotante de 50 MW sobre el embalse de Puente Nuevo, varios parques fotovoltaicos terrestres en los alrededores sumando 300 MW adicionales, y una central de biomasa de 50 MW que consumirá residuos forestales y agrícolas locales. Además, EDP instalará un compensador síncrono en la subestación para mejorar la estabilidad de la red. La inversión prevista es ~400 millones de €, con 1.500 empleos en construcción y 50 operativos. Este “hub verde” está en fase de permisos finales y construcción inicial (2024-2026).

FV Cabra y FV Olivar (Montemayor): Conjunto de dos plantas solares fotovoltaicas promovidas por Everwood Capital y construidas por Eiffage Energía en Montemayor. La planta Cabra tendrá 250 MWp y la Olivar 50 MWp, sumando 300 MWp (unos 270 MW AC). Las obras iniciaron en 2025, con entrada en operación escalonada hacia 2026.

Parque solar Almodóvar (Córdoba): Planta fotovoltaica de 95 MW de potencia instalada, situada en el término de Córdoba (cerca de Almodóvar del Río). Desarrollada por BayWa r.e., su construcción avanza con miras a conectarse en el 4º trimestre de 2025. Generará ~187 GWh/año (suficiente para ~54.000 hogares). BayWa r.e. ha vendido el proyecto al operador Encavis AG, que gestionará la planta bajo un acuerdo de compra de energía a 10 años con la multinacional Huhtamäki.

Planta solar Carbo (Almodóvar del Río–Fuente Palmera–Guadalcázar): Proyecto fotovoltaico de 81,4 MW promovido por Enel Green Power España (Endesa). Obtuvo autorización administrativa previa en mayo de 2023. Se espera su construcción entre 2024-2026.

Otros proyectos fotovoltaicos: Numerosos parques en trámite en zonas como Puente Genil–Aguilar de la Frontera, y ampliaciones en Palma del Río y Posadas.

Proyectos eólicos en estudio: Conjunto eólico de Espiel-Guadiato (hasta 350 MW) vinculado al nudo de transición justa de Puente Nuevo. Permisos antiguos en Belmez/Fuente Obejuna y Alcaracejos (unos 90 MW).

Almacenamiento energético: Se exploran proyectos de baterías acopladas a parques solares y se ha propuesto estudiar bombeo hidroeléctrico.

Impacto económico y ambiental

Impacto económico

El despliegue energético en Córdoba ha movilizado inversiones millonarias y generado empleo. En 2023, la instalación de ~300 MW renovables en la provincia supuso una inversión de unos 300 M€ y cerca de 900 empleos temporales, proporcional a los datos andaluces. Proyectos como el hub de EDP en Puente Nuevo prevén 1.500 empleos en obra.

Las plantas de biomasa sostienen unos 4.500 empleos directos e indirectos en Andalucía, muchos en Córdoba. El auge del autoconsumo también ha impulsado pymes locales. El sector renovable contribuye al PIB provincial mediante entrada de capital, contratos a empresas cordobesas, impuestos municipales y diversificación de la renta agraria. Se espera alcanzar 800 MW adicionales instalados antes de 2030.

Impacto ambiental

El reemplazo de generación fósil por renovable ha reducido drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. El cierre de la central de carbón evitó la emisión de aproximadamente 1 millón de toneladas de CO₂ anuales. Las energías limpias mejoran la calidad del aire regional y reducen la huella hídrica del sector. Las plantas de biomasa son CO₂ neutras y utilizan filtros para controlar emisiones.

No obstante, se gestionan impactos locales:

• Fotovoltaica: Ocupación de suelo y alteración paisajística. Se implantan en terrenos agrícolas marginales, con medidas como corredores ecológicos y usos duales (pastoreo, apicultura). El proyecto Almodóvar de BayWa r.e. incluye creación de hábitats para fauna.

• Eólica: Riesgo de colisión de aves. Proyectos futuros requerirán estudios de impacto rigurosos, paradas selectivas y respeto a ZEPA.

• Biomasa: Emisiones controladas y ubicación alejada de poblaciones. Contribuyen positivamente al evitar quemas ineficientes de residuos agrícolas. La planta de EDP en Espiel usará restos forestales, ayudando a prevenir incendios.

• Hidroeléctrica: Mantenimiento de caudales ecológicos para preservar la vida acuática.

La transición energética cordobesa contribuye a los objetivos climáticos nacionales e internacionales. Andalucía ya genera ~61% de su electricidad con renovables y aspira a superar el 74% para 2030.

Perspectivas hacia 2030

Para 2030, Córdoba consolidará su protagonismo en energías renovables. La Estrategia Energética de Andalucía 2030 impulsará la solar fotovoltaica, eólica y biomasa. Córdoba tiene potencial para superar los 2.000 MW fotovoltaicos totales, con ~1.250 MW ya identificados con DIA positiva. Podrían añadirse parques eólicos modestos.

La provincia podría pasar a exportar electricidad en horas pico solares. Se prevé la integración de almacenamiento a gran escala (baterías) y posiblemente producción de hidrógeno verde vinculado a parques solares. El autoconsumo seguirá creciendo, con iniciativas como las comunidades energéticas locales apoyadas por la Diputación de Córdoba. La electrificación del transporte y el refuerzo de redes inteligentes acompañarán esta transición.

Los desafíos incluyen culminar proyectos, mejorar la infraestructura de evacuación eléctrica y compatibilizar el despliegue con la protección ambiental y la participación ciudadana. Córdoba se perfila como un ejemplo de transformación energética, pasando de depender del carbón a ser un posible exportador neto de energías renovables.