Defensor de salteadores cuando fue parada en el camino de la Plata, en Conquista se reconoce el silencio, la tranquilidad en un entorno de callecitas limpias y blancas, para salir después en busca de espesas y frondosas dehesas de encinar en sus alrededores donde pastan rebaños de reses y cerdos.
Conquista tuvo su origen en los siglos bajomedievales en torno a unas ventas destinadas a asistir y prestar protección a los viajeros que transitaban por el camino de La Plata. El nacimiento de esta población quedó reflejado en la novela "Vida del escudero Marcos de Obregón", de Vicente Espinel: "llegamos a Conquista, que es pueblo que se comenzaba entonces".
Poco poblada desde la antigüedad, Conquista alcanzaría su esplendor a finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, debido a las explotaciones mineras y a la llegada del ferrocarril. Este nacimiento en torno al Camino de La Plata de Córdoba a Toledo ha dispuesto un poblamiento en torno a una calle camino sobre el que se asientan unas casas de dinteles graníticos y estancias abovedadas. Muy próximo al pueblo, en el parque de Navagrande se encuentra la ermita de San Gregorio, una moderna construcción que cobija la imagen del patrón de esta localidad.