Rafael Roldán fue un temido salteador de caminos y villas. Cabecilla de una gavilla de 7 facinerosos, alarmó durante años poblaciones de Extremadura y Sierra Morena. Fue detenido la tarde del 21 de febrero de 1832 y conducido a la prisión de Córdoba. En su informe, el intendente provincial de policía alaba el trabajo de sus empleados, y en especial destaca a Joaquín Ferlínguez, Manuel Notario y Juan Fernández Ocabo.[1]
Referencias
- ↑ Partes recibidos en la Superintendencia general de Policía. Subdelegación principal de Policía de Córdoba, en la web de la Gaceta de Madrid, 27 de febrero de 1832.