San Félix nació en Complutum (actual Alcalá de Henares). Sus padres eran de originarios de África, de donde obtiene el sobrenombre. También es conocido como San Félix de Alcalá o San Félix Complutense.
Fue llevado a Asturias y estando un periodo de cautiverio se hizo cristiano y monje. A partir de su liberación estuvo expresando públicamente, dirigiendose hacia Córdoba.
El día 14 de junio del 853, junto a sus compañeros Anastasio y Digna, sufrió martirió y fue colgado de un palo.
Este día la Iglesia lo conmemora.