Santa María de la Merced es una imagen de Dolorosa realizada por el escultor Francisco Buiza Fernández en 1976. La imagen sustituyó a una anterior dolorosa que había recibido culto desde 1955 hasta 1975.
La Hermandad de la Merced había encargado a Francisco Buiza la restauración de la antigua imagen, pero el deterioro era tan avanzado que el imaginero desaconsejó la restauración. Según sus palabras, de la antigua imagen sólo se conservaba "el rostrillo de estuco". La imagen antigua fue reducida a cenizas y sus restos se introdujeron en un habitáculo en la espalda de la nueva talla.
De la imagen actual destaca su serena belleza y su profunda mirada. Inicialmente, llevó las manos de la imagen anterior, que fue lo único que pudo conservarse. Posteriormente, fueron sustituidas por unas nuevas manos, obra también de Francisco Buiza, realizadas pocos meses antes de su fallecimiento. En 2022, la imagen fue restaurada por Ana Infante de la Torre.
La imagen procesiona en un paso de palio compuesto por elementos de diversas procedencias y autores:
Varales: Procedentes de la Hermandad de la Estrella de Jerez de la Frontera, donados por un grupo de hermanos y empresas.
Candelaria: Noventa y cuatro piezas diseñadas por Rafael de Rueda, iniciadas por Díaz Roncero en 2001 y continuadas por José María Navarro.
Jarras y peana: Obra de Manuel de los Ríos.
Respiraderos: Finalizados en 2024, diseñados por Javier Sánchez de los Reyes, combinando orfebrería de Ramón León con bordados de Francisco Pérez Artés.
Candelabros de cola: Adquiridos a la Hermandad de la Paz de Fátima de Jerez de la Frontera, obra de Jesús Domínguez Vázquez.
Techo de palio y bambalinas: Bordados sobre terciopelo azul pavo real por Piedad Muñoz bajo diseño de Fray Ricardo de Córdoba. En 2008 se completó el bordado del interior de las bambalinas laterales por Antonio Villar, respetando el diseño de Fray Ricardo de Córdoba. Las caídas laterales interiores contienen pinturas al óleo de Manuel Torrico que representan a santos mercedarios.
Referencias