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Diferencia entre revisiones de «Antonio Blanco Sánchez»

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Revisión actual - 13:37 12 abr 2025

Antonio Blanco Sánchez, sacerdote, (*Pozoblanco, 30 de marzo de 1871 - †Pozoblanco , 20 de septiembre de 1936).


Tras el triunfo de la República, alienta a sus fieles aque sean verdaderos católicos y defensores de la fe, aconsejándoles que no tuviesen miedo y, que si fuese preciso, muriesen por ello. Un testigo narra sus palabras de hondo calado martirial, dirigidas a unos comunistas: “A mí me mataréis el primero, pero no me importa perder mi vida por Dios y por la salvación de España”. El mismo testigo narra uno de sus consejos a sus feligreses: “No tengáis miedo; sed valientes; nos ha llegado la hora de dar nuestras vidas por Dios y la salvación de España”

El día 15 de agosto de 1936, al entrar los revolucionarios en el pueblo, fue detenido en el sótano de la casa de una señora, donde estaba escondido por sus feligreses. Estuvo detenido casi un mes, y fue sentenciado a muerte en un juicio público en el patio dela cárcel. Le preguntaron si era sacerdote, y respondió con entereza: “Yo soy sacerdote de Jesucristo, de la Iglesia católica, apostólica y romana, y estoy dispuesto a dar mi vida por ello”.

Fue injuriado y blasfemaron ante él, pero no perdió la entereza, y los perdonó a todos. Tras cuatro días más de prisión, durante los cuales confortó y confesó a los presos, el día 20 fue llevado en un camión junto con otros al Cementerio. Por el camino fueron cantando a Cristo Rey. Al llegar, algunos dudaron al franquear las puertas, y él les animó: “Hermanos, reflexionad; que sólo son unos instantes los que nos quedan para entrar en el cielo”. Puestos en filas, de dos en dos, les estuvo hablando sobre la vida eterna: “Sed valientes, que nuestra sangre será semilla de muchos cristianos”. A los milicianos les dijo: “Si supierais la dicha y alegría que nos dais y dónde nos mandáis, de seguro que no lo hicierais”.


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