La sede de la Santa Inquisición en Córdoba

La Sede de la Santa Inquisición en Córdoba tuvo su emplazamiento principal y más prolongado en el Alcázar de los Reyes Cristianos, aunque también utilizó otros edificios para funciones específicas como cárceles de cumplimiento de pena y para albergar a distintos tipos de reos.

El Alcázar de los Reyes Cristianos

El Alcázar de los Reyes Cristianos fue la sede principal del Tribunal de la Santa Inquisición (también conocido como Santo Oficio) en la ciudad desde 1488. Aunque los Reyes Católicos lo cedieron formalmente para este fin en 1499, cuando dejaron de usarlo como residencia real tras la conquista de Granada, ya albergaba actividades inquisitoriales. Permaneció como tal durante más de 300 años.

Dentro del Alcázar, diversas áreas fueron utilizadas por la Inquisición:

Tribunal: Aquí se realizaban los juicios.

Cárceles Preventivas (Celdas Secretas): La sede cordobesa de la Inquisición albergó calabozos que eran cubículos para uno o dos presos, situados al sur del patio central en el ala occidental del Alcázar. En estas celdas secretas, los encarcelados permanecían incomunicados, a menudo atados con grilletes y en condiciones de insalubridad, mientras se resolvía su caso. A veces se introducían chivatos para facilitar la condena.

Torre de la Inquisición: Ubicada en la esquina suroeste del complejo, debe su nombre a este uso. Fue reconstruida durante el reinado de Enrique IV en el siglo XV, sobre una torre anterior, presentando una planta circular. Interiormente, cuenta con tres plantas con estancias cubiertas por cúpulas de ladrillo de media naranja. Presenta aspilleras para fusilería, atribuidas a las tropas francesas durante su acuartelamiento, y saeteras en cruz y orbe del siglo XV.

Capilla (actual Salón de Mosaicos): Se construyó una capilla dentro del Alcázar, que hoy corresponde al Salón de Mosaicos. En esta capilla, además de los rituales católicos, se celebraban oficios y juicios de la Inquisición. La capilla del Santo Oficio en el Alcázar tuvo obras como un "Calvario" de Antonio del Castillo, un "San Pedro Mártir de Verona" y el "Martirio de San Pedro Arbués".

Baños de Doña Leonor: Con la construcción del Salón de Mosaicos sobre los Baños de Doña Leonor, estos perdieron su luz natural y fueron reutilizados como sala de torturas y, posteriormente, como celdas de castigo.

Interrogatorios y Torturas: En otras dependencias del Alcázar también se practicaban interrogatorios y torturas.

Cárceles de Cumplimiento de Pena

Además de las cárceles preventivas del Alcázar, la Inquisición dispuso de otros lugares para los reos ya condenados a penas de privación de libertad.

Casa de Penitencia (Cárcel Perpetua)

La principal cárcel de cumplimiento fue la Casa de Penitencia, también conocida como Cárcel Perpetua. Se ubicó desde 1552 en la calle Corregidor Luis de la Cerda, junto a la Mezquita-Catedral. El Santo Oficio la compró en ese año al canónigo Fernando Alonso de Riaza, uniendo tres casas preexistentes.

Esta prisión era menos rigurosa que la del Alcázar. Los condenados, que cumplían penas por delitos como blasfemia, adulterio o amancebamiento, podían salir a trabajar para costearse la estancia, aunque debían llevar signos identificativos. La llamada "reclusión perpetua" normalmente no excedía los cinco o seis años. Las condiciones se asemejaban a un régimen de tercer grado, permitiéndose incluso visitas conyugales. La casa contaba con una entrada alargada para carros y caballerías, un patio principal y otros tres alrededor de los cuales se distribuían las celdas, además de una parte noble para la residencia del alcaide.

Otras Cárceles de Cumplimiento

Debido a la saturación de la Casa de Penitencia, especialmente a finales del siglo XVI y principios del XVII, se habilitaron temporalmente otras estancias para reos condenados, como una casa en el Arco del Portillo y en el edificio de la Casa de las Bulas (actual Museo Taurino).

Cárcel de Familiares

Existió también una Cárcel de Familiares, destinada a miembros del propio Santo Oficio o a reos que, por su comportamiento (como blasfemar continuadamente o alborotar), requerían ser separados del resto de prisioneros. Hacia 1588, esta cárcel carecía de una ubicación fija y adecuada, llegando a proponerse su establecimiento en una antigua atarazana del Alcázar. A pesar de su propósito, se consideraba una "cárcel abierta" y menos segura que las celdas secretas.

Declive y Fin

La Inquisición fue suprimida temporalmente en varias ocasiones: por José I, por las Cortes de Cádiz y durante el Trienio Constitucional. En 1808, con la supresión decretada por Napoleón Bonaparte, el Alcázar pasó a ser cuartel de las tropas napoleónicas. La capilla del Santo Oficio en el Alcázar se mantuvo hasta su desaparición en 1811. La Inquisición fue abolida definitivamente en 1834. El último alcaide de la Casa de Penitencia fue nombrado a comienzos del siglo XIX, cuando la institución ya estaba prácticamente abandonada y la Inquisición en declive.