Sencillo plato cordobés que es muy popular en la hostelería local. Para su elaboración se cortan las berenjenas en bastones o en rodajas y se les añade sal. Posteriormente se pasan por harina y se fríen en aceite abundante.
Una vez fritas, las berenjenas se pueden presentar de varias formas, ya sea solas, con miel o con salmorejo.