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Gregorio Azaña Cuevas (*Alcalá de Henares, Madrid, 1909 - †Córdoba el 19 de agosto de 1936) fue abogado y fiscal de la Audiencia Provincial de Córdoba. Murió fusilado al inicio de la Guerra Civil en Córdoba.

Biografía

Sobrino del político y presidente de la Segunda República Manuel Azaña y sin adscripción política conocida, alcanzó a ser una persona de una formación e integridad judicial intachable. Licenciado en Derecho desde junio de 1934, residía en Córdoba.[1]

Sublevación y su papel el 18 de julio de 1936

En la tarde del 18 de julio se encontraba en el Gobierno Civil aconsejando al gobernador civil Antonio Rodríguez de León para que no entregara el mando a los sublevados. Ocupado dicho Gobierno por las fuerzas sublevadas, fue detenido, llegando a ser fusilado el 19 de agosto de 1936 bajo el mando del recién nombrado Jefe de Orden Público Luis Zurdo Martín.

Se intuye que la única razón de su asesinato fue debida a su presencia en el Gobierno y por ser sobrino del primer mandatario del País. La muerte de Gregorio fue de mala fortuna, pues el 17 de julio se encontraba en Madrid de vacaciones y fue llamado por teléfono para que volviera a Córdoba en razón de su cargo.

El abogado Francisco Poyatos López lo recuerda con las siguientes frases en su libro Recuerdos de un hombre de toga:

Aconsejé a Gregorio que no volviera por Córdoba, acogió mi misiva, pero fue llamado por su jefe... en Córdoba carecía de enemigos y fue cruelmente inmolado sin más inculpación que la de llevar el apellido Azaña. Un testigo presencial de su fusilamiento lo recuerda tranquilo y rezando hasta la descarga fatal.

eferencias

  1. De Instrucción pública. Título, en el Diario de Córdoba, 19 de junio de 1934, pág. 1.