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Ermitaños en el sillón del Obispo (años 1860)

El Sillón del Obispo es un emblemático y curioso asiento de piedra ubicado en las Ermitas de Córdoba, conocido tanto por su historia como por una peculiar leyenda popular.[1][2]

Historia

El sillón se encuentra junto a una cruz de piedra, a la derecha de la explanada que se accede bajando las escaleras a los pies del monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Según dejó escrito Pedro de Madrazo, desde este asiento el obispo Pedro Antonio de Trevilla contemplaba la panorámica de la ciudad de Córdoba.[1] Una inscripción en la piedra recuerda al prelado que dirigió la Diócesis de Córdoba entre 1805 y 1832.[1]

Fue el propio obispo Pedro Antonio de Trevilla quien, según crónicas antiguas, mandó construir el sillón a principios del siglo XIX. Su propósito era disponer de un lugar privilegiado desde el cual admirar las vistas que ofrecía el Desierto de Nuestra Señora de Belén, a unos 500 metros de altura. Los ermitaños, que habitaron el lugar durante 254 años, cumplieron el deseo del obispo.[1] Cuando el sillón fue construido, las Ermitas de Córdoba ya contaban con un siglo de existencia, pues en 1703 el Ayuntamiento de Córdoba había cedido la cumbre del Cerro de la Cárcel a los ermitaños.[1]

La parte trasera del sillón presenta una mitra episcopal tallada, un detalle que a menudo pasa desapercibido, ya que el asiento suele fotografiarse por su parte frontal.[2]

La Leyenda del Orificio

Una de las leyendas más singulares de Córdoba está asociada a un pequeño orificio presente en el Sillón del Obispo. Este agujero, situado en uno de los laterales del asiento (en el rincón oeste), tiene una función práctica: servir de desagüe para evitar la acumulación de agua de lluvia.[1][2]

No obstante, la creencia popular le atribuye un propósito muy diferente. Se cuenta que las jóvenes que deseaban casarse acudían al sillón y, si lograban introducir un dedo en dicho orificio, contraerían matrimonio ese mismo año.[1] Esta tradición oral ha perdurado en Córdoba hasta la actualidad, sumándose a otras historias populares relacionadas con los deseos conyugales.[1]

La Cruz de Agustín de Ayestarán

Junto al Sillón del Obispo se alza una cruz de piedra sobre una peana cuadrada y escalonada. Esta cruz fue erigida en 1803 a expensas del obispo Agustín de Ayestarán y Landa, predecesor de Pedro Antonio de Trevilla, quien falleció en 1805. Por lo tanto, la cruz es anterior a la construcción del sillón.[3] La base de la cruz presenta cuatro caras con inscripciones, tres en latín y una en castellano que indica:

"En el año 1803 se hizo esta Santa Cruz a devoción y expensas de Ilmo. Sr. D. Agustín de Ayestarán y Landa dignísimo Obispo de Córdoba. Rueguen a Dios por su alma"[3]

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,7 Manuel Á. Larrea, "Si metes el dedo, te casas": así es una de las leyendas más peculiares de Córdoba, Diario Córdoba, 05 de abril de 2025, https://www.diariocordoba.com/cordoba-ciudad/2025/04/05/metes-dedo-casas-leyendas-peculiares-115372573.html. Consultado el 24 de mayo de 2024.
  2. 2,0 2,1 2,2 ALGUNAS CURIOSIDADES (HAY MUCHAS) DE LAS ERMITAS, Notas Cordobesas, 15 de mayo de 2015, https://www.notascordobesas.com/2015/05/algunas-curiosidades.html. Consultado el 24 de mayo de 2024.
  3. 3,0 3,1 La cruz de Ayestarán y el sillón de Trevilla, Notas Cordobesas, 23 de agosto de 2018, https://www.notascordobesas.com/2018/08/cruz-de-ayestaran-en-las-ermitas.html. Consultado el 24 de mayo de 2024.