Menú alternativo
Toggle preferences menu
Menú alternativo personal
No has accedido
Tu dirección IP será visible si haces alguna edición

Diferencia entre revisiones de «Salón Ramírez»

De Cordobapedia
Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
 
(No se muestra una edición intermedia del mismo usuario)
Línea 11: Línea 11:
<mapframe latitude="37.886455" longitude="-4.782642" zoom="17" width="400" height="206" text="Ubicación aproximada de la fábrica de chocolates La Sultana en la Plaza de Colón." />
<mapframe latitude="37.886455" longitude="-4.782642" zoom="17" width="400" height="206" text="Ubicación aproximada de la fábrica de chocolates La Sultana en la Plaza de Colón." />


El primer nombre que tuvo el local fue de '''''Gran Cine''''', dedicándose el dueño del ''pabellón modernista''<ref>Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LIX Número 17576 - 1908 marzo 29</ref> a ofrecer películas de la época. Las primeras noticias que se tiene del mismo en prensa, se sitúan en junio de 1908<ref>El defensor de Córdoba : diario católico: Año X Número 2622 - 1908 junio 17</ref> cambiando de nombre con el paso del tiempo por el de Salón Ramírez, un teatro para todo tipo de públicos.  
El primer nombre que tuvo el local fue de '''''[[Gran Cine]]''''', dedicándose el dueño del ''pabellón modernista''<ref>Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LIX Número 17576 - 1908 marzo 29</ref> a ofrecer películas de la época. Las primeras noticias que se tiene del mismo en prensa, se sitúan en junio de 1908<ref>El defensor de Córdoba : diario católico: Año X Número 2622 - 1908 junio 17</ref> cambiando de nombre con el paso del tiempo por el de Salón Ramírez, un teatro para todo tipo de públicos.  


== El edificio ==
== El edificio ==
[[Archivo:Recreación del Salón Ramírez (1925).png|miniaturadeimagen|383x383px|Recreación del Salón Ramírez (1925)]]
[[Archivo:Recreación del Salón Ramírez (1925).png|miniaturadeimagen|383x383px|Recreación del Salón Ramírez (1925)]]
''El '''Salón Ramírez''' era un edificio de una sola planta. Exteriormente tenía cierto parecido  a los '''salones''' que se ven en las películas del oeste americano: en la puerta tenía como reclamo, unos muñecos mecánicos que hacían movimientos rítmicos sobre una pegadiza musiquilla de órgano, que congregaban gran cantidad de público, ya dentro, en la antesala o vestíbulo había  en la pared unos grandes espejos que le cambiaba la figura a las personas que en ellos se miraban, produciendo el natural regocijo; en este local se daba cine mudo o '''cuadros''', como le decía la gente, explicado con una bocina por el popular '''Saraguete''': así como circo, '''varieté''' y teatro. Fue el escenario de los grandes éxitos de la artista cordobesa '''Emma Álvarez''',  que con el deseo de lanzarle lluvia de verduras, el público llenaba el local, y el empresario se embolsaba buenas '''taquillas.'''''
''El '''Salón Ramírez''' era un edificio de una sola planta. Exteriormente tenía cierto parecido  a los '''salones''' que se ven en las películas del oeste americano: en la puerta tenía como reclamo, unos muñecos mecánicos que hacían movimientos rítmicos sobre una pegadiza musiquilla de órgano, que congregaban gran cantidad de público, ya dentro, en la antesala o vestíbulo había  en la pared unos grandes espejos que le cambiaba la figura a las personas que en ellos se miraban, produciendo el natural regocijo; en este local se daba cine mudo o '''cuadros''', como le decía la gente, explicado con una bocina por el popular '''Saraguete''': así como circo, '''varieté''' y teatro.''  


{{mapa|center|<googlemap version="0.9" lat="37.886455" lon="-4.782432" type="hybrid" zoom="17" width="700" height="175" selector="no" controls="small">
''Fue el escenario de los grandes éxitos de la artista cordobesa '''Emma Álvarez''',  que con el deseo de lanzarle lluvia de verduras, el público llenaba el local, y el empresario se embolsaba buenas '''taquillas.'''''
37.886408, -4.782642
</googlemap>|descripción= Ubicación del Salón Ramírez}}


Con el tiempo, su propietario abrió en la parte del solar que no era ocupada por el Gran Cine, un café, aunque no tuvo éxito.  
Con el tiempo, su propietario abrió en la parte del solar que no era ocupada por el Gran Cine, un café, aunque no tuvo éxito.  

Revisión actual - 22:44 20 jun 2025

A la derecha de la imagen, el primer edificio de única planta era el Salón Ramírez

El Salón Ramírez fue un teatro-cine de variedades que estuvo situado en la Avenida del Gran Capitán, en el antiguo número 11, donde hoy se encuentra el Edificio del Banco de España. Estuvo funcionando con este nombre desde septiembre de 1916 hasta abril de 1929.

Desde estrellas del baile, canto, espectáculos circenses, títeres, etc. También fue utilizado como escenario para oradores políticos, conferenciantes y así como para reuniones de propaganda de los obreros cordobeses. Según Montis, este teatro fue, durante muchos años, el teatro popular más concurrido de Córdoba.

Origen del Salón Ramírez

El salón Ramírez se estableció en el solar donde desde la creación de la Avenida del Gran Capitán en el siglo XIX, se sucedieron diferentes negocios tal y como relata Ricardo de Montis[1]. Databa de primeros del siglo XX, cerrándose en la década de los años veinte.

Abierto por Antonio Ramírez de Aguilera tras una temporada en la que el empresario Manuel García Lovera abrió un circo de madera, el solar de la Avenida se convirtió en un lujoso y amplio salón al que servía de pórtico el frontispicio de un órgano magnífico, recargado de toda clase de adornos, columnas, arcos, frisos, molduras y grandes figuras en movimiento.

El gran Cine

Mapa
Ubicación aproximada de la fábrica de chocolates La Sultana en la Plaza de Colón.

El primer nombre que tuvo el local fue de Gran Cine, dedicándose el dueño del pabellón modernista[2] a ofrecer películas de la época. Las primeras noticias que se tiene del mismo en prensa, se sitúan en junio de 1908[3] cambiando de nombre con el paso del tiempo por el de Salón Ramírez, un teatro para todo tipo de públicos.

El edificio

Recreación del Salón Ramírez (1925)

El Salón Ramírez era un edificio de una sola planta. Exteriormente tenía cierto parecido a los salones que se ven en las películas del oeste americano: en la puerta tenía como reclamo, unos muñecos mecánicos que hacían movimientos rítmicos sobre una pegadiza musiquilla de órgano, que congregaban gran cantidad de público, ya dentro, en la antesala o vestíbulo había en la pared unos grandes espejos que le cambiaba la figura a las personas que en ellos se miraban, produciendo el natural regocijo; en este local se daba cine mudo o cuadros, como le decía la gente, explicado con una bocina por el popular Saraguete: así como circo, varieté y teatro.

Fue el escenario de los grandes éxitos de la artista cordobesa Emma Álvarez, que con el deseo de lanzarle lluvia de verduras, el público llenaba el local, y el empresario se embolsaba buenas taquillas.

Con el tiempo, su propietario abrió en la parte del solar que no era ocupada por el Gran Cine, un café, aunque no tuvo éxito.

En los años 20, el Salón Ramírez cambió algo de forma y de nombre, ya que lo cogió don Federico Vargas –dueño de Aquella Venta de Vargas- y puso una especie de café cantante denominado American-Bar, con varieté, destacando la popular muraga del genial cómico sevillano Regaera.

En septiembre de 1932, se anuncia que el local se convertiría en el Centro Obrero Republicano o Centro Radical o Casino Radical siendo inaugurado en nombre de 1932[4] y después de un par de años, demolerlo para convertirlo en el actual edificio del Banco de España.

Anécdotas del Salón Ramírez

Las saetas

Hay un dato digno de relatar, es que el Salón Ramírez en tiempos próximos a la Semana Santa se proyectaban películas mudas referentes a la Pasión de Jesús, paraban las imágenes, y saeteros famosos cantaban consiguiendo la admiración y el aplauso de los espectadores.

Inauguración del Salón Ramírez antiguo Gran Cine (8 de septiembre de 1916)
Crónica del disparo de septiembre de 1924

El disparo de septiembre 1924 [5]

Salón Ramírez, 1925

Se acercaba el florido mes de mayo de aquel año 1924, y Córdoba hacía los preparativos para celebrar su gran feria de Nuestra Señora de la Salud, nuestro paseo de la Victoria se convertía como por arte de magia en un atrayente escenario, y los preciosos jardines recibirían la brisa de al primavera y las caricias de nuestro envidiable sol, tan ambicionado por todos.

La comisión municipal de ferias de la época, había confeccionado un interesante programa de Festejos para todos los gustos y edades, incluyendo por vez primera un concurso de Reinas de Belleza de Barrios que despertó gran interés entre la juventud para participar en el mismo. Se inscribieron un buen plantel de señoritas de todos los barrios de nuestra ciudad; el jurado se vio y de deseó para la elección, porque fue mucha belleza la que allí se presentó.

Por el barrio de San Nicolás fue elegida la reina una linda chiquilla llamada Rafaela Solís Tapia, como podrá comprobar el inteligente lector, se trata de la hermana mayor del que este artículo firma, y ella, en parte, va a ser la protagonista de este relato.

Todos los actos programados para la feria se fueron desarrollando con toda normalidad. Toros, circos, atracciones, bailes públicos de sociedad y teatros, que en el avenida Gran Capitán había tres: el Teatro Circo –que después se llamó Teatro Duque de Rivas-, Gran Teatro y el Salón Ramírez; y precisamente en este local iba a ocurrir un hecho que iba a poner la nota triste de la Feria.

El Salón Ramírez era un edificio de una sola planta. Exteriormente tenía cierto parecido a los salones que se ven en las películas del oeste americano: en la puerta tenía como reclamo, unos muñecos mecánicos que hacían movimientos rítmicos sobre una pegadiza musiquilla de órgano, que congregaban gran cantidad de público, ya dentro, en la antesala o vestíbulo había en la pared unos grandes espejos que le cambiaba la figura a las personas que en ellos se miraban, produciendo el natural regocijo; en este local se daba cine mudo o cuadros, como le decía la gente, explicado con una bocina por el popular Saraguete: así como circo, varieté y teatro. Fue el escenario de los grandes éxitos de la artista cordobesa Emma Álvarez, que con el deseo de lanzarle lluvia de verduras, el público llenaba el local, y el empresario se embolsaba buenas taquillas.

En aquellos días de feria estaba actuando en el Salón Ramírez una compañía de comedias, con gran éxito, y el último día de feria ponían en escena la obra titulada, El amor que huye. En un pasaje de la misma se tenía que oír un disparo, efecto que en el teatro se suple con un petardo contra el suelo, o con una pistola de fogueo desde bastidores. Aquella noche, alguien tuvo la mala idea de facilitarle al encargado de esos menesteres una escopeta cargada con un cartucho –quizás para darle más realismo a la cosa- y el hombre, ni corto ni perezoso, en el momento indicado, apunto hacia dentro de un pozo de agua de medianería – había muchos en Córdoba- disparó, con tan mala fortuna, que dio en la pared y de rebote, en el pecho de la recién elegida reina por el barrio de San Nicolás, señorita Solís, que se encontraba asomada al pozo, con el deseo de ver pasar a los actores, ya que la medianería daba a su domicilio, a la parte de la cocina de un bar-restaurante que tenía nuestro padre , exactamente frente de la Plaza de toros de los Tejares.

Ya se pueden imaginar lo que allí se formó, gritos, sangre, suspendieron la función, el bar abarrotado por ser feria, todos buscando un taxi, etc. Fue conducida a la casa de socorro situada entonces en el Ayuntamiento, que estaba en la calle Joaquín Costa. Corrillos, comentarios, teniendo en cuenta de que Córdoba era una ciudad pequeña, y que las reinas en aquellos días eran noticia en la prensa local y nacional, pues entre los premios recibidos el Ayuntamiento tenía a su disposición unos coches de caballos para que asistieran a todos los actos, dándole escolta una escuadra de guardias municipal. Pasados los primeros momentos, el accidente no tenía la importancia que se le dio al principio, y los perdigones, bastantes, quedaron alojados en el pecho de la infortunada joven, y se los fueron extrayendo poco a poco, y aún hoy le quedan algunos.

El asunto pasó al Juzgado, y el autor del disparo fue perdonado, ya que se demostró de que fue una imprudencia, pero que pudo costar una vida. El hombre pidió perdón, pues se trataba de un carrero de profesión que por las noches acudía al Salón Ramírez para ayudar en el escenario y buscarse de esta forma unas pesetas para su casa, y nunca pensó en la peligrosidad del acto.

El Salón Ramírez cambió algo de forma y de nombre, ya que lo cogió don Federico Vargas –dueño de Aquella Venta de Vargas- y puso una especie de café cantante denominado American-Bar, con varieté, destacando la popular muraga del genial cómico sevillano Regaera. Después la piqueta se encargó de echarlo abajo y en su solar tenemos hoy el Banco de España. La protagonista de este relato, afortunadamente aún vive, pero con muchos años...

Artículos relacionados

Referencias

  1. MONTIS, RICARDO DE. Notas Cordobesas. Volumen X. Página 75.
  2. Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año LIX Número 17576 - 1908 marzo 29
  3. El defensor de Córdoba : diario católico: Año X Número 2622 - 1908 junio 17
  4. El sur : diario de la tarde: Año I Número 128 - 1932 noviembre 12
  5. . José Rafael Solís Tapia en Córdoba en Mayo, año 1985