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Diferencia entre revisiones de «José Cintabelde»

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|title=José Cintabelde Pujazón
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|keywords=José Cintabelde Pujazón, crimen Jardinito, Córdoba, garrote vil, Puerta de Sevilla, Puentecillo, Plaza de Toros de los Tejares, siglo XIX, últimas horas, ejecución, funeral, Diario de Córdoba, Antonia Córdoba García, Juan Castillo Laín, José Bello, Rafael Balbuena, Magdalena Castillo Córdoba, María Josefa Castillo Córdoba
|description=Biografía de José Cintabelde Pujazón, conocido por el cuádruple asesinato cometido en el Jardinito (Córdoba) en 1890, detallando los crímenes, sus últimas horas, ejecución pública mediante garrote vil y posterior funeral, según crónicas del Diario de Córdoba.
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}}
{{biografia
|nombre= José Cintabelde Pujazón
|fecha de nacimiento= c. [[1863]]
|lugar de nacimiento= [[Almería]]
|fecha de fallecimiento= [[7 de junio]] de [[1891]]
|lugar de fallecimiento= [[Córdoba (España)|Córdoba]]
|profesion= Jornalero, antiguo miembro del extinguido cuerpo de Seguridad bajo las órdenes del comandante [[José Echevarría]]
|actividad= Conocido por el "crimen del Jardinito" de mayo de 1890.
|destacado= Autor de un cuádruple asesinato en la huerta del [[Jardinito]] ([[Córdoba (España)|Córdoba]]) y su ejecución pública.
}}


José Cintabelde Pujazón se hizo famoso en Córdoba durante finales del [[siglo XIX]] por haber cometido uno de los asesinatos más crueles de la historia de la ciudad. Antiguo miembro del Cuerpo de Seguridad, contaba con 27 años cuando el [[27 de mayo]] de [[1890]] asesina a dos hombres, una mujer y dos niñas de 6 y 2 años cerca del [[Puentecillo]] en el Jardinito, tras ser sorprendido cuando robaba para conseguir dinero para una corrida de toros a celebrar ese mismo día en la [[Plaza de Toros de los Tejares]]<ref>Disponible crónica extensa del sumario del juicio en el [http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1000361371&presentacion=pagina&texto_busqueda=&buscar=Buscar  Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año XLI Número 11521 ]</ref> del 15 de noviembre de 1890.
'''José Cintabelde Pujazón''' (n. Almería, c. [[1863]]<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref><ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref> – f. [[Córdoba (España)|Córdoba]], [[7 de junio]] de [[1891]]<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>) fue un jornalero español, anteriormente miembro del extinguido cuerpo de Seguridad bajo las inmediatas órdenes del comandante José Echevarría<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>, que se hizo tristemente célebre en [[Córdoba (España)|Córdoba]] a finales del [[siglo XIX]] por cometer uno de los crímenes múltiples más notorios de la historia de la ciudad.


Arrestado a la salida de la plaza, fue ejecutado mediante garrote vil el [[7 de junio]] de [[1891]] en las inmediaciones de la [[Puerta de Sevilla]] ante la presencia de miles de personas.<ref>[http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1000361463&posicion=2&presentacion=pagina Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año XLII Número 11710 - 07 Junio 1891] </ref>
== El crimen del Jardinito ==
El [[27 de mayo]] de [[1890]], tercer día de la [[Feria de Nuestra Señora de la Salud]], '''José Cintabelde Pujazón''', entonces de 27 años, cometió un cuádruple asesinato en la huerta denominada del [[Jardinito]], en el término de [[Córdoba (España)|Córdoba]], con el propósito de apoderarse del dinero que [[Antonia Córdoba García]], esposa del capataz del predio [[Juan Castillo Laín]], guardaba producto de la venta de dos vacas el día anterior.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>


Al fallecer dejó una hija recién nacida que tuvo con una vecina de la [[calle Humosa]] a la que se le donó 120 pesetas para sus sostenimiento a la mayoría de edad<ref>[http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1000361417&posicion=3&presentacion=pagina Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año XLII Número 11609 - 19 Febrero 1891]</ref>
Aproximadamente a las nueve de la mañana, Cintabelde salió de [[Córdoba (España)|Córdoba]] hacia la huerta, llegando sobre las diez. Allí encontró a Antonia Córdoba García con sus hijas [[Magdalena Castillo Córdoba]], de seis años, y María Josefa Castillo Córdoba, de dos, y al guarda [[José Bello]]. Tras encargar cincuenta naranjas al guarda, éste y Cintabelde se dirigieron al naranjo. Sin motivo aparente, mientras [[José Bello]] cogía la fruta subido a una escalera, Cintabelde lo acometió con una navaja, causándole seis heridas que le provocaron la muerte poco después.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>


Luego, se dirigió a la casa, donde se encontraban Antonia Córdoba García, sus hijas y el arrendador de la finca, Rafael Balbuena. Sin mediar palabra, disparó una pistola de dos cañones contra Antonia, hiriéndola en el pabellón auricular izquierdo. Cuando Rafael Balbuena intentó reconvenirle y pedir auxilio, Cintabelde le causó una herida en el labio superior y otra por arma de fuego que se alojó en el hemisferio cerebral derecho, provocándole la muerte instantánea.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>
La niña Magdalena Castillo Córdoba, horrorizada, huyó hacia donde yacía José Bello. Cintabelde corrió tras ella y la degolló, causándole una profunda herida de ocho centímetros en el cuello. Antonia Córdoba García, que también se había dirigido al mismo sitio creyendo que el agresor se había marchado, presenció el asesinato de su hija.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>
Cintabelde regresó a la casa, alcanzó a Antonia y le hizo un nuevo disparo, incendiando el pañuelo que llevaba al cuello. Le exigió dinero, y ella le indicó la habitación donde guardaba el importe de la venta de las vacas. Otro disparo la hizo caer al suelo exánime. Antonia Córdoba García fue la única víctima superviviente, recuperándose a los sesenta días con la pérdida total del oído izquierdo. El último crimen fue la muerte de la pequeña María Josefa Castillo Córdoba, de dos años, quien se encontraba a la puerta de la casa y recibió una tremenda herida en el cuello que le causó la muerte instantáneamente.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>
Solo en la casa, Cintabelde se dirigió a una habitación, abrió un arca y sustrajo un bolso con 125 pesetas en plata y un portamonedas con aproximadamente 20 pesetas. El portamonedas fue encontrado posteriormente en el cauce del arroyo cercano a la huerta. El criminal huyó con una escopeta perteneciente a Francisco Gavilán Merino, que arrojó en el camino, y se dirigió a la [[Plaza de Toros de los Tejares]] para presenciar la corrida.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>
== Detención y condena ==
Cintabelde fue arrestado el mismo día del crimen, [[27 de mayo]] de [[1890]], a la salida de la plaza de toros, según informó el teniente de la Guardia Civil, [[Vicente Paredes Maroto]].<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref> Tras ser juzgado, fue condenado a muerte.
Durante su estancia en capilla, en la cárcel pública, dictó testamento ante el notario Enrique Morón y Cortés el [[5 de junio]] de [[1891]], a las once de la noche. En él, se declaraba "devoto ferviente del Sacratísimo Corazón de Jesús, cuya fiesta se celebra en este mismo día; de la Virgen Santísima en el inefable misterio de su Purísima é Inmaculada Concepción y en su doble advocación de los Dolores y de la Virgen del Mar, patrona de [[Almería]]; del glorioso Patriarca Señor [[San José]], y de la Seráfica Doctora del Carmelo Santa Teresa de Jesús".
Manifestaba estar ''"profundamente arrepentido de todas sus culpas"'' y nombraba albacea al Reverendo Padre [[Juan Bautista Moga y Mora]], de la Compañía de Jesús. Legó la mitad de sus bienes (procedentes de una colecta pública y 110 pesetas y 75 céntimos que ya había entregado a su esposa) a su hija Magdalena Cintabelde Molinero, fruto de su matrimonio con Teresa Molinero Galloso (quien también figura en el sumario del crimen como testigo<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>), disponiendo que se consignara a su nombre en la Caja de Ahorros del Monte de Piedad de Córdoba. Una cuarta parte de sus bienes la dejaba a su esposa y la cuarta restante se aplicaría, a juicio del albacea, parte en limosnas a pobres ancianos e impedidos y parte se remitiría a su padre Juan Diego Cintabelde para misas en Almería.<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref> Su madre era María del Mar Pujazón, ya difunta en [[1891]].<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref> Sus antecedentes penales consistían en una condena por la Audiencia de [[Córdoba (España)|Córdoba]] a un mes y un día de arresto mayor, 125 pesetas de multa y costas por juegos prohibidos.<ref>Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.</ref>
== Últimas horas y ejecución ==
En las horas previas a su ejecución, en la noche del [[5 de junio]] al [[6 de junio]] de [[1891]], Cintabelde pidió que le sostuvieran los grillos y rezó el Santo Rosario. Tras dictar testamento, se acostó, pero pronto la excitación nerviosa le hizo mostrarse intranquilo y sollozar. A las tres y cuarto de la madrugada del [[7 de junio]], se incorporó más tranquilo y habló con sus acompañantes, entre ellos el Padre Moga, haciendo protestas de fe y comparando su sufrimiento, menor según él, con la Pasión de Jesucristo.<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>
A las cuatro de la madrugada se vistió para oír misa y comulgar. A las cinco, el Padre Juan Bautista Moga y Mora ofició la misa en la capilla, que se llenó de personas. Cintabelde permaneció en su sillón con el rosario en la mano y la vista fija en una imagen de Jesús Crucificado. Recibió la Eucaristía y escuchó un discurso del Padre Moga. Posteriormente, el confesor se arrodilló y besó los grillos y pies de Cintabelde, quien, conmovido, lo incorporó y abrazó. También celebró misa el señor [[Manuel de Torres y Torres]], Hermano mayor de Paz y Caridad. Una hora antes de ser conducido al cadalso, se le sirvió un almuerzo compuesto de jamón, salchichón, vino, postres y café, durante el cual conversó con sus acompañantes.<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>
A las siete y media de la mañana, preguntó si se le daría sepultura en caja y si le harían funeral, a lo que se le contestó afirmativamente, invitando al teniente encargado de la fuerza a su entierro, que sería el lunes en [[San Francisco]]. Mostró reparos a vestir la hopa, pero finalmente cedió. A las 7:45, penetró en la capilla José Caballero, el ejecutor de la justicia. Ambos se unieron en un abrazo, y Cintabelde le concedió el perdón, entregándole una estampa y una medalla.<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>
A las ocho y cinco minutos del [[7 de junio]] de [[1891]], la comitiva se puso en marcha hacia el patíbulo. Cintabelde iba en un carro, besando un crucifijo, acompañado por el Padre Moga, el Hermano mayor y el Teniente de la Hermandad de Paz y Caridad. La guardia municipal y agentes de vigilancia contenían a la multitud que se congregaba en las inmediaciones de la [[Puerta de Sevilla]]. Alrededor del tablado, formaban el cuadro las fuerzas del batallón Cazadores de Cataluña. Cintabelde subió las gradas del cadalso sin apoyo, pálido, acompañado de su confesor, otros sacerdotes y varios hermanos de la Hermandad de Paz y Caridad. Quiso hablar al público, pero los murmullos no se lo permitieron. A las ocho y cuarenta y cinco minutos se le aplicó el garrote vil, cortándose su existencia.<ref>Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>
== Funeral ==
El [[8 de junio]] de [[1891]], a las ocho de la mañana, se celebró un solemne funeral por el descanso del alma de José Cintabelde Pujazón en la [[Iglesia parroquial de San Francisco y San Eulogio]]. El acto fue organizado por la [[Hermandad de Paz y Caridad]], cumpliendo con sus estatutos. El duelo se hallaba presidido por el confesor del reo, R. P. [[Juan Bautista Moga y Mora]]; el Alcalde de la capital, señor [[Tejón y Marín]]; el médico de la cárcel, señor [[Pablo García]]; los presbíteros don [[José Julián Barrigón]] y don [[Juan Antonio Gómez Navarro]]; y el director de la cárcel, señor don [[Miguel Navarrete]]. Ofició la ceremonia el doctor don [[Manuel de Torres y Torres]], Hermano mayor de la [[Hermandad de Paz y Caridad]]. Los derechos del funeral fueron dispensados en favor del fondo de la colecta hecha para la familia del difunto. Entre la concurrencia se encontraba [[Teresa Molinero Galloso]], la viuda de Cintabelde, quien no cesó de llorar durante el acto.<ref>Anónimo, Gacetillas - Funeral, Diario de Córdoba, c. 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.</ref>


== Referencias ==
== Referencias ==
<references/>
<references />


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Revisión actual - 09:39 12 may 2025


José Cintabelde Pujazón
Nacimiento: c. 1863
Almería
Fallecimiento: 7 de junio de 1891
Córdoba
Profesion: Jornalero, antiguo miembro del extinguido cuerpo de Seguridad bajo las órdenes del comandante José Echevarría
Actividad: Conocido por el "crimen del Jardinito" de mayo de 1890.
Destacado: Autor de un cuádruple asesinato en la huerta del Jardinito (Córdoba) y su ejecución pública.

José Cintabelde Pujazón (n. Almería, c. 1863[1][2] – f. Córdoba, 7 de junio de 1891[3]) fue un jornalero español, anteriormente miembro del extinguido cuerpo de Seguridad bajo las inmediatas órdenes del comandante José Echevarría[4], que se hizo tristemente célebre en Córdoba a finales del siglo XIX por cometer uno de los crímenes múltiples más notorios de la historia de la ciudad.

El crimen del Jardinito

El 27 de mayo de 1890, tercer día de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, José Cintabelde Pujazón, entonces de 27 años, cometió un cuádruple asesinato en la huerta denominada del Jardinito, en el término de Córdoba, con el propósito de apoderarse del dinero que Antonia Córdoba García, esposa del capataz del predio Juan Castillo Laín, guardaba producto de la venta de dos vacas el día anterior.[5]

Aproximadamente a las nueve de la mañana, Cintabelde salió de Córdoba hacia la huerta, llegando sobre las diez. Allí encontró a Antonia Córdoba García con sus hijas Magdalena Castillo Córdoba, de seis años, y María Josefa Castillo Córdoba, de dos, y al guarda José Bello. Tras encargar cincuenta naranjas al guarda, éste y Cintabelde se dirigieron al naranjo. Sin motivo aparente, mientras José Bello cogía la fruta subido a una escalera, Cintabelde lo acometió con una navaja, causándole seis heridas que le provocaron la muerte poco después.[6]

Luego, se dirigió a la casa, donde se encontraban Antonia Córdoba García, sus hijas y el arrendador de la finca, Rafael Balbuena. Sin mediar palabra, disparó una pistola de dos cañones contra Antonia, hiriéndola en el pabellón auricular izquierdo. Cuando Rafael Balbuena intentó reconvenirle y pedir auxilio, Cintabelde le causó una herida en el labio superior y otra por arma de fuego que se alojó en el hemisferio cerebral derecho, provocándole la muerte instantánea.[7]

La niña Magdalena Castillo Córdoba, horrorizada, huyó hacia donde yacía José Bello. Cintabelde corrió tras ella y la degolló, causándole una profunda herida de ocho centímetros en el cuello. Antonia Córdoba García, que también se había dirigido al mismo sitio creyendo que el agresor se había marchado, presenció el asesinato de su hija.[8]

Cintabelde regresó a la casa, alcanzó a Antonia y le hizo un nuevo disparo, incendiando el pañuelo que llevaba al cuello. Le exigió dinero, y ella le indicó la habitación donde guardaba el importe de la venta de las vacas. Otro disparo la hizo caer al suelo exánime. Antonia Córdoba García fue la única víctima superviviente, recuperándose a los sesenta días con la pérdida total del oído izquierdo. El último crimen fue la muerte de la pequeña María Josefa Castillo Córdoba, de dos años, quien se encontraba a la puerta de la casa y recibió una tremenda herida en el cuello que le causó la muerte instantáneamente.[9]

Solo en la casa, Cintabelde se dirigió a una habitación, abrió un arca y sustrajo un bolso con 125 pesetas en plata y un portamonedas con aproximadamente 20 pesetas. El portamonedas fue encontrado posteriormente en el cauce del arroyo cercano a la huerta. El criminal huyó con una escopeta perteneciente a Francisco Gavilán Merino, que arrojó en el camino, y se dirigió a la Plaza de Toros de los Tejares para presenciar la corrida.[10]

Detención y condena

Cintabelde fue arrestado el mismo día del crimen, 27 de mayo de 1890, a la salida de la plaza de toros, según informó el teniente de la Guardia Civil, Vicente Paredes Maroto.[11] Tras ser juzgado, fue condenado a muerte.

Durante su estancia en capilla, en la cárcel pública, dictó testamento ante el notario Enrique Morón y Cortés el 5 de junio de 1891, a las once de la noche. En él, se declaraba "devoto ferviente del Sacratísimo Corazón de Jesús, cuya fiesta se celebra en este mismo día; de la Virgen Santísima en el inefable misterio de su Purísima é Inmaculada Concepción y en su doble advocación de los Dolores y de la Virgen del Mar, patrona de Almería; del glorioso Patriarca Señor San José, y de la Seráfica Doctora del Carmelo Santa Teresa de Jesús".

Manifestaba estar "profundamente arrepentido de todas sus culpas" y nombraba albacea al Reverendo Padre Juan Bautista Moga y Mora, de la Compañía de Jesús. Legó la mitad de sus bienes (procedentes de una colecta pública y 110 pesetas y 75 céntimos que ya había entregado a su esposa) a su hija Magdalena Cintabelde Molinero, fruto de su matrimonio con Teresa Molinero Galloso (quien también figura en el sumario del crimen como testigo[12]), disponiendo que se consignara a su nombre en la Caja de Ahorros del Monte de Piedad de Córdoba. Una cuarta parte de sus bienes la dejaba a su esposa y la cuarta restante se aplicaría, a juicio del albacea, parte en limosnas a pobres ancianos e impedidos y parte se remitiría a su padre Juan Diego Cintabelde para misas en Almería.[13] Su madre era María del Mar Pujazón, ya difunta en 1891.[14] Sus antecedentes penales consistían en una condena por la Audiencia de Córdoba a un mes y un día de arresto mayor, 125 pesetas de multa y costas por juegos prohibidos.[15]

Últimas horas y ejecución

En las horas previas a su ejecución, en la noche del 5 de junio al 6 de junio de 1891, Cintabelde pidió que le sostuvieran los grillos y rezó el Santo Rosario. Tras dictar testamento, se acostó, pero pronto la excitación nerviosa le hizo mostrarse intranquilo y sollozar. A las tres y cuarto de la madrugada del 7 de junio, se incorporó más tranquilo y habló con sus acompañantes, entre ellos el Padre Moga, haciendo protestas de fe y comparando su sufrimiento, menor según él, con la Pasión de Jesucristo.[16]

A las cuatro de la madrugada se vistió para oír misa y comulgar. A las cinco, el Padre Juan Bautista Moga y Mora ofició la misa en la capilla, que se llenó de personas. Cintabelde permaneció en su sillón con el rosario en la mano y la vista fija en una imagen de Jesús Crucificado. Recibió la Eucaristía y escuchó un discurso del Padre Moga. Posteriormente, el confesor se arrodilló y besó los grillos y pies de Cintabelde, quien, conmovido, lo incorporó y abrazó. También celebró misa el señor Manuel de Torres y Torres, Hermano mayor de Paz y Caridad. Una hora antes de ser conducido al cadalso, se le sirvió un almuerzo compuesto de jamón, salchichón, vino, postres y café, durante el cual conversó con sus acompañantes.[17]

A las siete y media de la mañana, preguntó si se le daría sepultura en caja y si le harían funeral, a lo que se le contestó afirmativamente, invitando al teniente encargado de la fuerza a su entierro, que sería el lunes en San Francisco. Mostró reparos a vestir la hopa, pero finalmente cedió. A las 7:45, penetró en la capilla José Caballero, el ejecutor de la justicia. Ambos se unieron en un abrazo, y Cintabelde le concedió el perdón, entregándole una estampa y una medalla.[18]

A las ocho y cinco minutos del 7 de junio de 1891, la comitiva se puso en marcha hacia el patíbulo. Cintabelde iba en un carro, besando un crucifijo, acompañado por el Padre Moga, el Hermano mayor y el Teniente de la Hermandad de Paz y Caridad. La guardia municipal y agentes de vigilancia contenían a la multitud que se congregaba en las inmediaciones de la Puerta de Sevilla. Alrededor del tablado, formaban el cuadro las fuerzas del batallón Cazadores de Cataluña. Cintabelde subió las gradas del cadalso sin apoyo, pálido, acompañado de su confesor, otros sacerdotes y varios hermanos de la Hermandad de Paz y Caridad. Quiso hablar al público, pero los murmullos no se lo permitieron. A las ocho y cuarenta y cinco minutos se le aplicó el garrote vil, cortándose su existencia.[19]

Funeral

El 8 de junio de 1891, a las ocho de la mañana, se celebró un solemne funeral por el descanso del alma de José Cintabelde Pujazón en la Iglesia parroquial de San Francisco y San Eulogio. El acto fue organizado por la Hermandad de Paz y Caridad, cumpliendo con sus estatutos. El duelo se hallaba presidido por el confesor del reo, R. P. Juan Bautista Moga y Mora; el Alcalde de la capital, señor Tejón y Marín; el médico de la cárcel, señor Pablo García; los presbíteros don José Julián Barrigón y don Juan Antonio Gómez Navarro; y el director de la cárcel, señor don Miguel Navarrete. Ofició la ceremonia el doctor don Manuel de Torres y Torres, Hermano mayor de la Hermandad de Paz y Caridad. Los derechos del funeral fueron dispensados en favor del fondo de la colecta hecha para la familia del difunto. Entre la concurrencia se encontraba Teresa Molinero Galloso, la viuda de Cintabelde, quien no cesó de llorar durante el acto.[20]

Referencias

  1. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  2. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  3. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  4. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  5. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  6. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  7. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  8. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  9. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  10. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  11. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  12. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  13. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  14. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  15. Anónimo, El Crimen del Jardinito, Diario de Córdoba, 15 de noviembre de 1890. Consultado el 13 de junio de 2024.
  16. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  17. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  18. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  19. Anónimo, Cintabelde en Capilla, Diario de Córdoba, c. 8 o 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.
  20. Anónimo, Gacetillas - Funeral, Diario de Córdoba, c. 9 de junio de 1891. Consultado el 16 de octubre de 2023.