Hospital de San Martín

Hospital de San Martín en la calle Montero

El Hospital de San Martín fue una institución asistencial y religiosa ubicada en la Calle Montero de Córdoba, en el Barrio de San Lorenzo. A lo largo de su extensa historia, el edificio tuvo diversos usos, siendo también conocido como hospedería de los ermitaños de la Albaida y, más popularmente, como Ermita de Nuestra Señora de las Montañas.

Historia

La fundación del hospital, bajo la advocación de San Martín, se pierde "en los misterios de la antigüedad", según Ramírez de Arellano. Algunos autores sugieren un origen muy remoto, incluso anterior a la Reconquista de Córdoba por Fernando III. Se ha propuesto que pudo ser la iglesia de San Martín de Tours a la que acudía a rezar el fraile Juan de Gorze, embajador de Otón I del Sacro Imperio Romano Germánico ante Abderramán III en el año 957.

Tras la Reconquista, o poco después, el inmueble fue reconvertido en hospital u hospedería, siendo ocupado por los ermitaños de la Albaida. Estos ermitaños lo utilizaban para acoger a aquellos que bajaban a la ciudad desde la sierra, ya fuera por motivos de enfermedad o para pedir limosna. El archivo de los ermitaños estuvo en este hospital hasta 1716, año en que fue trasladado al Desierto de Belén. La hospedería como tal fue trasladada por los ermitaños al sitio que ocupó en la Puerta de Osario en el primer tercio del siglo XVIII. Ramírez de Arellano señala que, pese a su nombre, su importancia como hospital debió ser limitada, ya que los propios ermitaños enfermos se hacían conducir a otros lugares para su asistencia.

Fueron los ermitaños quienes, según se cree, trajeron para la capilla de su hospedería una imagen de la Virgen del Rosario, conocida popularmente como "de las Montañas", lo que dio nuevo nombre a la ermita.

Hermandades y Cofradías

En este lugar se fundó a finales del siglo XVI una Cofradía de Ánimas, cuyos primeros estatutos fueron aprobados por el Obispo de Córdoba, Don Pedro Fernández Manrique, el 24 de septiembre de 1537. Estos estatutos fueron modificados en 1541, 1559 y 1572. El 5 de diciembre de 1583, el Obispo Don Antonio Mauricio de Pazos y Figueroa aprobó la unión de esta Hermandad de Ánimas con la Hermandad Sacramental de San Lorenzo, que era propietaria de la Ermita de Nuestra Señora de las Montañas. Esta unión es el origen de la actual Hermandad del Remedio de Ánimas y de la Hermandad de Ánimas de San Lorenzo.

También existió una Hermandad de Nuestra Señora de las Montañas, cuyos estatutos, fechados en 1715, obran en el Archivo Municipal de Córdoba. A principios del siglo XX, la ermita experimentó un auge en sus actos litúrgicos, destacando eventos musicales y poéticos, y los sermones del canónigo Enrique Medina de la Bermeja, que atraían a tal cantidad de fieles que se decidió trasladar los cultos a la Parroquia de San Lorenzo Mártir.

Declive y cambio de uso

El hospicio fue clausurado con la Desamortización de Mendizábal en 1836. Sin embargo, la pequeña iglesia permaneció abierta al culto hasta los años 50 del siglo XX. En 1923, debido al mal estado y derrumbe del tejado, la imagen de la Virgen de las Montañas y parte del mobiliario de su hermandad fueron trasladados a la Parroquia de San Lorenzo Mártir.

Tras unos arreglos precarios, el local fue ocupado por un taller de carpintería en régimen de alquiler, uso que mantiene en la actualidad. En 1976, la ermita fue vendida por el entonces obispo de Córdoba, Monseñor Cirarda Lachiondo, junto con otros inmuebles de la diócesis.

Descripción arquitectónica

Del antiguo edificio se conserva principalmente su fachada en la Calle Montero, número 19. Esta presenta una portada con base de piedra, una hornacina y un óculo centrados. Ramírez de Arellano la describió como una "modesta fachada [que] nada ofrece de particular". La estructura original constaba de muros de carga de ladrillo y la iglesia tuvo tres altares, hoy desaparecidos.

Estado actual y protección

Actualmente, el edificio se utiliza como taller de carpintería y su estado de conservación es deficiente. Es de propiedad privada. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986 le otorgó Protección Ambiental, siendo elementos de interés su fachada y portada.