La vivienda en Córdoba durante los años 50 y 60 del siglo XX se caracterizó por unas condiciones iniciales muy precarias para las clases modestas y por un esfuerzo significativo por parte de las administraciones, especialmente el Ayuntamiento de Córdoba bajo el mandato de Antonio Cruz Conde, y posteriormente la Caja Provincial de Ahorros, para paliar el déficit y mejorar la calidad habitacional.[1]
Situación de partida
Las clases modestas de Córdoba residían mayoritariamente en condiciones infrumanas, no solo en chabolas y chozos, sino también en las "casas de vecinos" de los barrios populares y zonas antiguas. Estas viviendas, a menudo palacios y casas señoriales subdivididas, ofrecían habitaciones de alquiler con mínimas condiciones higiénicas. Lo habitual era que una familia entera ocupara una sola habitación "con derecho a cocina", es decir, compartiendo una cocina común con hornillas.
También era común el uso compartido de un único retrete para toda la vecindad, a menudo con el patio como única ventilación y zona de expansión. Este patio solía ser el centro de la vida comunitaria.[2] El problema de la vivienda era acuciante y generalizado en España, aunque existían disposiciones protectoras que no lograban resolver la situación.[3]
Primeras Iniciativas: La Asociación Benéfica de la Sagrada Familia
A nivel nacional, existía la Asociación Benéfica de la Sagrada Familia, organizada por el Obispo Fray Albino, que recibía fondos estatales limitados para construir un cupo de viviendas anual en cada provincia.[4] Sin embargo, el cupo asignado a Córdoba resultaba insuficiente para cubrir las necesidades, lo que obligó al Ayuntamiento a intervenir directamente.[5]
El Ayuntamiento intervino en la adjudicación de estas viviendas, buscando priorizar a las familias más necesitadas que habitaban en chabolas y reordenándolas urbanísticamente. Un ejemplo fue el desalojo y derribo de las chabolas del Zumbacón, situadas a la entrada de Córdoba desde Madrid, cerca del ferrocarril y la nueva Avenida de Carlos III.
El Plan de Ordenación preveía en ese lugar una zona verde.[6] Tras una visita personal de Antonio Cruz Conde motivada por un temporal de lluvias, que constató las penosas condiciones de una familia (hacinamiento, suelo inundado, un niño enfermo), se decidió actuar con urgencia. Se desalojó a las familias, se les buscó alojamiento provisional (obteniendo la cesión de un solar propiedad de la Sagrada Familia) y se derribaron las chabolas con ayuda de los bomberos.[7]
Intervención Municipal y Financiación
Ante la insuficiencia de las iniciativas existentes, el Ayuntamiento se propuso promover directamente la construcción de viviendas. En una reunión celebrada en el despacho del Gobernador Civil en 1955, se constató la necesidad urgente de construir más de quinientas viviendas, especialmente para erradicar las chabolas adosadas a las tapias del Cementerio de San Rafael.[8]
Dado que ni el Estado ni el Municipio podían asumir el coste total, y el contribuyente ya estaba presionado, Antonio Cruz Conde optó por una vía excepcional: apelar a la generosidad de particulares y entidades. Realizó visitas personales a empresarios y personas pudientes. Destaca su encuentro con José López Laguna, propietario de varios cortijos, a quien explicó la dramática situación y la necesidad de fondos para construir al menos diez viviendas iniciales. La respuesta fue muy positiva, logrando una "aportación tan ejemplar".[9] El esfuerzo de recaudación fue exitoso, suprimiendo la necesidad de muchas visitas programadas y cubriendo el objetivo inicial. La cantidad recaudada se entregó al Gobernador Civil como presidente del Patronato de los Huertos Familiares, entidad que llevó a cabo la construcción.[10]
El Papel de la Caja Provincial de Ahorros
Un impulso decisivo a la construcción de viviendas llegó a partir de 1962, cuando Antonio Cruz Conde accedió a la Presidencia de la Diputación Provincial y, por ende, a la de la Caja Provincial de Ahorros. Desde esta entidad, se abordó de manera directa y destacada la solución del problema de la vivienda.[11] Se creó la Constructora Benéfica de la Caja Provincial de Ahorros.[12]
Nuevos Barrios y Equipamientos
Fruto de la labor de la Caja Provincial de Ahorros nacieron barrios enteros, concebidos con una visión integral que iba más allá de la simple vivienda. Destacan especialmente los barrios de Parque Figueroa y Santuario.[13]
Estos nuevos barrios se diseñaron como unidades completas, incluyendo:
- Grupos escolares.
- Parroquias.
- Cines.
- Instalaciones deportivas y culturales (piscinas, pistas de tenis, polideportivos).
- Dotaciones sociales (bibliotecas, bares, restaurantes, salones de recreo).
El objetivo era cubrir las necesidades culturales, deportivas y de recreo de los vecinos, generando una gran cantidad de actividad social y comunitaria.[14] Esta labor se complementó con el apoyo a clubes sociales existentes como el Círculo de la Amistad, el Aeroclub o el Hípico, y la creación de nuevos clubes vecinales en los barrios.[15]
Referencias
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (pp. 125-129). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 125). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 125). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (pp. 125-126). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 127). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 126). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 126). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 127). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 128). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 128). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 129). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 129). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 129). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 129). Consultado el 19 de mayo de 2024.
- ↑ Juan José Primo Jurado. Antonio Cruz Conde y Córdoba. Memoria de una gestión pública (1951-1967). Ayuntamiento de Córdoba, 2005. (p. 129). Consultado el 19 de mayo de 2024.