La Restauración borbónica fue el periodo comprendido entre 1874 y 1931 en el que la monarquía de la Casa de Borbón fue restituida en España tras el Sexenio Democrático. En Córdoba, como en otras provincias, este período estuvo marcado por una relativa estabilidad institucional, el turnismo político entre liberales y conservadores, y transformaciones económicas y sociales relevantes.
Contexto histórico
El 29 de diciembre de 1874, el pronunciamiento del general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Con ello se puso fin a la Primera República y se instauró un régimen monárquico parlamentario, basado en la Constitución de 1876.
Vida política en Córdoba
Durante esta etapa, Córdoba siguió la tónica del sistema político nacional, con alternancia de los partidos Liberal y Conservador mediante un sistema de encasillado electoral. Figuras políticas cordobesas participaron activamente en las Cortes, aunque el caciquismo y el control político local por parte de las élites terratenientes marcaron la dinámica provincial.
Entre los políticos relevantes de la época destacan:
- Ricardo Martel "Conde de Torres Cabrera"
- José Sánchez-Guerra, abogado y político conservador vinculado a la vida política nacional.
- Antonio Barroso y Castillo, que desempeñó cargos como gobernador civil.
- Rafael Cruz Conde, que tuvo un papel destacado en la etapa final de la Restauración y fue posteriormente alcalde de Córdoba durante la dictadura de Primo de Rivera.
Sociedad y economía
La Córdoba de la Restauración seguía siendo una sociedad agraria. La propiedad de la tierra estaba muy concentrada, y la mayor parte de la población vivía del trabajo agrícola, en condiciones duras. El latifundismo y la falta de reformas agrarias estructurales fueron fuente de malestar social.
No obstante, también se desarrollaron algunas industrias, especialmente relacionadas con la transformación agrícola (aceite, harinas, vino) y el sector ferroviario, en expansión desde mediados del siglo XIX.
Movimientos sociales y sindicales
La desigualdad social y las difíciles condiciones laborales propiciaron la aparición de movimientos obreros y sindicales. El anarquismo tuvo un fuerte arraigo en las zonas rurales de la provincia, mientras que el socialismo comenzó a organizarse, especialmente en la capital.
La represión de huelgas y protestas fue común, especialmente durante el gobierno conservador, aunque también se dieron avances en la organización obrera. En 1888 se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), que comenzó a tener presencia en Córdoba en las primeras décadas del siglo XX.
Cultura y educación
El acceso a la educación fue limitado, aunque se abrieron nuevas escuelas públicas y se reforzaron las instituciones educativas promovidas por órdenes religiosas. Las élites culturales cordobesas participaron en iniciativas de modernización, aunque el analfabetismo seguía siendo muy elevado en la provincia.
En esta época destaca la figura de Rafael Castejón y Martínez de Arizala, médico y arqueólogo, que comenzaba su trayectoria académica y científica.
Fin del régimen y llegada de la Segunda República
La Restauración finalizó con la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931. El desgaste del sistema político, la creciente movilización social, la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930), y el fracaso de la monarquía de Alfonso XIII para sostener una legitimidad democrática, precipitaron el final del régimen.
Véase también
Bibliografía
- Romero Romero, Francisco. Historia de Córdoba en el siglo XIX. Córdoba, 1994.
- González de Canales, Antonio. Córdoba contemporánea. Sociedad y política entre dos siglos. Universidad de Córdoba, 2002.
- Tuñón de Lara, Manuel. La España del siglo XIX. Labor, 1984.
Referencias
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